Ficha High School DxD


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Críticas de High School DxD (1)




Mad Warrior

  • 15 Dec 2018

7



El panorama de la animación japonesa, sobre todo la destinada al público juvenil, ha cambiado mucho desde comienzos de 2.010 hacia delante (a peor, para qué mentir), y, aunque parezca mentira, parte de culpa la tiene esta serie.
Nadie negará la gran capacidad de ¨High School DxD¨ para entretener y hacer reír, pero admitámoslo, la llegada de Rias Gremory y su panda ha trastocado aún más los cimientos del mundo del anime.

El creador de las novelas y mangas de los que luego saldría la serie es Ichiei Ishibumi, conocido por muchos como ¨おっぱいの神¨ (algo así como ¨El Dios de los Senos¨) debido a la gran afición que ha mostrado por el ¨fan service¨; laureado por su trabajo ¨Denpachi¨, el autor decidió apartarse del género de horror al que tanto había dedicado para tocar un terreno más comercial, concretamente quería hacer una historia para adolescentes que juntara los clichés de la comedia de estudiantes, el ¨harem¨, la acción y la fantasía. Así empezó ¨High School DxD¨, como una serie de novelas que generaron un éxito tremendo entre los jóvenes, tanto que al poco tiempo ya estaban los cómics en la calle.
El pervertido, patoso, valiente y, por qué no decirlo, afortunado Issei se ganó una legión de fans a la vez que la arrebatadora protagonista, Rias Gremory, la chica-demonio de cabello rojo y generosos atributos que se disputaba el corazón de Issei (no hay que negar que es un personaje la mar de carismático). La productora TNK se encargaría de dar vida a los personajes y el responsable de ello sería Tetsuya Yanagisawa, director de ¨Kannazuki no Miko¨ y la película de ¨Sora no Otoshimono¨, entre otras cosas.

La historia se inicia, como no, en una academia plagada de chicas guapas en la que el pobre Issei Hyodo no tiene oportunidad de pillar cacho; él es uno de tantos adolescentes normales que no da clavo en los estudios, que no es comprendido por sus padres y, por supuesto, que está obsesionado con las tías...y por eso las espía en los vestuarios cada vez que puede junto a sus dos amigos Matsuda y Motohama, lo que le suele acarrear grandes disgustos. Pero un día Issei recibe una alegría: una chica preciosísima llamada Yuma Amano le pide salir.
Sin embargo, para su desgracia, y para nuestra sorpresa, esa chica no es una persona corriente, sino un ángel caído que acabará con su vida ya que sospecha que en su interior alberga una fuente de poder inmenso que sólo atesoran algunos; Issei, en efecto, posee las ¨artes sagradas¨ de los dragones. Yuma le asesinará en primer lugar pero una de las estudiantes más populares de la academia y presidenta del club de ocultismo, Rias Gremory, le devolverá a la vida; lo más interesante de todo es que esta última es en realidad un demonio y que ha convertido a Issei en su esclavo, ya que su vida le pertenece.

Esa es la premisa, a grandes rasgos; a partir de ese prometedor episodio, los personajes irán evolucionando, la acción irá aumentando, la aventura y la diversión convertirán cada capítulo en un puro entretenimiento...y el número de pechos llegará hasta límites imprevisibles. Bueno, esa era la intención del sr. Ishibumi: hacer algo para divertir a los más jóvenes, y vaya si lo consigue; ¨High School DxD¨ no se avergüenza de la suma de clichés y personajes típicos que presenta, es más, aprovecha todos y cada uno de los estereotipos del anime al máximo.
Pero a pesar de todo el humor absurdo, de lo esperpéntico que resulta que el protagonista se monte un ¨harem¨ de ochocientas tías, de todo el ¨fan service¨ que hay, una cosa es cierta: ¨High School DxD¨ tiene una historia muy buena, mal aprovechada y parodiada en infinidad de ocasiones, sí, pero muy buena de todos modos. Takao Yoshioka sigue el trabajo de Ishibumi y construye un guión lleno de aventuras, romance, fantasía y referencias mitológicas, un espectáculo épico que hereda a partes iguales del imaginario de ¨Dragon Ball¨, ¨Bleach¨, ¨Ikki Tosen¨ y ¨Soul Eater¨ y lo carga de secuencias de acción y combates en la mejor tradición del género. Una lástima que toda la vorágine sexual y absurda que hay alrededor se cargue la trama.

Pero tanto lo malo como lo bueno de ¨High School DxD¨ ha sido imitado hasta la saciedad en incontables animes posteriores, con su huella dejándose ver en títulos como ¨Shinmai Mao no Testament¨, ¨Dakara Boku wa ¨H¨ ga Dekinai¨, ¨Akatsuki no Yona¨, ¨Kenzen Robo Daimidaler¨ o ¨Rakudai Kishi no Cavalry¨ (una de las pocas que se salvan de la quema), con un detalle que se va repitiendo: la heroína suele ser una copia, nada disimulada y bastante burda, del personaje de Rias Gremory.
En fin, ninguna de esas imitaciones ha aguantado tanto como ¨High School DxD¨, que ya va por su cuarta temporada, actualmente en emisión...sobre todo porque ninguna de ellas tiene la garra, ni la gracia, ni la emoción, ni esa banda sonora tan chula ni los carismáticos personajes (mi preferido: Akeno Himejima) de la serie de Yanagisawa. Y me apuesto la cabeza a que tampoco tienen la misma cantidad de pechos.



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