La obra presenta errores graves de biología, al defender el narrador la tesis de que la ballena es un pez, considerando despreciable el detalle diferenciador de que poseen respiración pulmonar y desoyendo las recomendaciones de biólogos como el sueco Carlos Linneo. Sin embargo, hay que distinguir las opiniones del narrador de las del autor, por semejantes que sean; es evidente que Melville sabía muy bien que la ballena no era considerada un pez sino
Jack el Destripador
El tono de la novela, al margen de los pasajes que describen la persecución y transformación que va sufriendo el personaje, es eminentemente enciclopédico, incluyendo el autor extensas y detalladas descripciones de la pesca de las ballenas en el siglo XIX y multitud de otros detalles sobre la vida marinera de la época. Quizá por ello la novela no tuvo ningún éxito comercial en su primera publicación, aunque con posterioridad haya servido para