Me alegro de haber tenido la oportunidad de haber leído este libro del hijo de Stephen King, habría que comprobar si Tabitha King y Owen King son tambiñen capaces de hacer también buena literatura. Tenemos un libro que tiene una gran variedad de relatos con un ¨hilo central¨, que es la presencia de fantasmas, como se puede intuir con el título. El resultado, tras haber leído todos los relatos, difiere bastante. A mi parecer, Hill tiene una imaginación desbordante, ya que es capaz de sumergirte en situaciones casi inimaginables, como es el caso del muchacho inflable al que maltratan sus compañeros, o la chica que se aparece en el cine. En cualquier caso, también hay que decir que algún otro relato se puede hacer cansino, con pasajes en los que las descripciones de lugares o paisajes quizás sean demasiado explicativas, llegando el lector incluso a desesperarse y deseando que llegue la ¨acción¨ pronto. Pero, en general, me ha agradado haber leído a este escritor, de quien espero que siga teniendo bastante éxito, pero casi imposible que supere a su padre, claro. Me he llevado buena impresión, así que me dispongo ya a leer su otra obra hasta el día de hoy, ¨El Traje del Muerto¨.
Completamente de acuerdo con la crítica anterior.Irregular recopilación de historias de fantasmas que no llega al nivel de ¨ El traje del muerto ¨ . Con todo bastante entretenido
El hijo de Stephen King vuelve a las andadas tras su bestseller ¨El traje del hombre muerto¨. Este libro, que está formado por varios cuentos cortos, contiene un 50% de caviar beluga (¨El mejor cuento de terror¨, ¨El teléfono negro¨, ¨La capa¨), y un 50% de harina de patata rancia. El libro engancha, manteniendo al lector a lo largo de sus altibajos, pero al acabarlo deja un regustillo raro, y uno se pregunta ¨¿qué ha pasado aquí?¨, quedando algo desorientado. Supongo que a la tercera irá la vencida, y veremos si el retoño del Maestro es capaz de reafirmarse como nuevo autor de culto, título que tocó con la punta de los dedos con su traje del hombre muerto...
Críticas: 4
chinoflex
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Tratándose del hijo de Stephen King, no es de extrañar que este joven escritor esté estrechamente relacionado con el terror y haya decidido aportar su granito de arena al género. Eso sí, hay que decir en su favor que en ningún momento se aprovechó de la fama de su padre para subir escalones en el panorama literario, En términos generales, la obra me parece un homenaje a todo el terror que Hill ha mamado desde pequeño, ya sea a través de novelas, películas, etc. A pesar de sus altibajos, es un libro que ha conseguido engancharme y que, si bien no pone patas arribas la concepción que tenemos del género, sí aporta suficiente originalidad y frescura como para resultar interesante.
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