Yo ya sabía a lo que me iba a exponer a la hora de jugar esta segunda parte. EL primer juego rebosaba de completa originalidad, era muy divertido, y tenía niveles llenos de destrucción, además de que no se hacía cansino en ningún momento.
Este, por su parte, es todo lo contrario. Sigue el mismo modo de juego, los niveles no molan tanto y llega un momento en el que se hace completamente cansino, para ser más concretos cuando empiezas a enfrentarte a los aliens en esa especie de base secreta. Llegan a aparecer tantos que el juego termina por cansarte en pocos segundos.
Por otra parte, para equilibrar la balanza, hay ciertos elementos que le dan un cierto toque de originalidad al juego y que cambian el modo de juego temporalmente. Estos son la aparición de las momias, que si te envenenan te transforman en una de ellas, aunque seguirás siendo bueno y seguirás yendo a pipa. Luego tenemos la oportunidad de hacernos gordos y por último, los nuevos vehículos. Otra cosa ha destacar es la escena de los trenes, y el final, que es posiblemente lo mejor del juego. Los dos nuevos personajes no cuentan porque solo sirven para dar más variedad de personajes a elegir al juego, porque jugablemente son idénticos a los otros, aunque tengan sus propias animaciones. Claramente esto no es suficiente para que este juego logre llegar al 8.
La razón por la que no llega al 8 no es por lo anteriormente dicho, puesto que si hubiese sido igual de divertido que el juego original, le hubiese dado por lo menos un 8. La verdadera razón se encuentra en que los niveles no es que sean de lo mejor y no están tan llenos de destrucción como en el primer juego.
Aún así, el juego llega a entretener, y posee el clásico menú de selección de personajes y demás detalles antes mencionados que harían de esta saga aún más mítica.
Continuación del pelotazo que supuso en los arcades de la época Metal Slug, con las mismas dosis de diversión y entretenimiento. La máxima sigue siendo arrasar con todo sin pensar pero de nuevo pasas un rato divertido con tus amigos.
Jack el Destripador
7
Otra vez la misma canción.
Yo ya sabía a lo que me iba a exponer a la hora de jugar esta segunda parte. EL primer juego rebosaba de completa originalidad, era muy divertido, y tenía niveles llenos de destrucción, además de que no se hacía cansino en ningún momento.
Este, por su parte, es todo lo contrario. Sigue el mismo modo de juego, los niveles no molan tanto y llega un momento en el que se hace completamente cansino, para ser más concretos cuando empiezas a enfrentarte a los aliens en esa especie de base secreta. Llegan a aparecer tantos que el juego termina por cansarte en pocos segundos.
Por otra parte, para equilibrar la balanza, hay ciertos elementos que le dan un cierto toque de originalidad al juego y que cambian el modo de juego temporalmente. Estos son la aparición de las momias, que si te envenenan te transforman en una de ellas, aunque seguirás siendo bueno y seguirás yendo a pipa. Luego tenemos la oportunidad de hacernos gordos y por último, los nuevos vehículos. Otra cosa ha destacar es la escena de los trenes, y el final, que es posiblemente lo mejor del juego. Los dos nuevos personajes no cuentan porque solo sirven para dar más variedad de personajes a elegir al juego, porque jugablemente son idénticos a los otros, aunque tengan sus propias animaciones. Claramente esto no es suficiente para que este juego logre llegar al 8.
La razón por la que no llega al 8 no es por lo anteriormente dicho, puesto que si hubiese sido igual de divertido que el juego original, le hubiese dado por lo menos un 8. La verdadera razón se encuentra en que los niveles no es que sean de lo mejor y no están tan llenos de destrucción como en el primer juego.
Aún así, el juego llega a entretener, y posee el clásico menú de selección de personajes y demás detalles antes mencionados que harían de esta saga aún más mítica.
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