Un joven trío de skaters contrata a un camarógrafo para capturar su patinaje. El videógrafo intenta poner al trío en circunstancias cada vez más peligrosas con la esperanza de hacer una película. El grupo pronto se aburre de todo, por lo que el camarógrafo intenta cambiar la escena haciendo que continúen filmando en Tijuana. En el camino, deciden comprar fuegos artificiales y, posteriormente, se + pierden.
Poco después de encontrar un lugar adecuado, el grupo comienza a hacer más acrobacias. Uno de los niños termina cayendo, lastimándose y sangrando coincidentemente en un pentagrama que yace sobre el concreto. De repente, figuras emergen de las afueras del área, son cultistas. Los patinadores comienzan a atacar con armas improvisadas, pero solo dos patinadores logran atravesar la emboscada. Los cultistas vuelven a levantarse como esqueletos, atacando una vez más. Los patinadores comienzan a atacar con los fuegos artificiales que compraron en el camino, destruyendo los huesos de los esqueletos y luego huyen hacia la frontera. Aparece una gran criatura monstruosa y, en primera persona, vemos que el camarógrafo es devorado vivo.
Sinopsis:
Un joven trío de skaters contrata a un camarógrafo para capturar su patinaje. El videógrafo intenta poner al trío en circunstancias cada vez más peligrosas con la esperanza de hacer una película. El grupo pronto se aburre de todo, por lo que el camarógrafo intenta cambiar la escena haciendo que continúen filmando en Tijuana. En el camino, deciden comprar fuegos artificiales y, posteriormente, se + pierden.
Poco después de encontrar un lugar adecuado, el grupo comienza a hacer más acrobacias. Uno de los niños termina cayendo, lastimándose y sangrando coincidentemente en un pentagrama que yace sobre el concreto. De repente, figuras emergen de las afueras del área, son cultistas. Los patinadores comienzan a atacar con armas improvisadas, pero solo dos patinadores logran atravesar la emboscada. Los cultistas vuelven a levantarse como esqueletos, atacando una vez más. Los patinadores comienzan a atacar con los fuegos artificiales que compraron en el camino, destruyendo los huesos de los esqueletos y luego huyen hacia la frontera. Aparece una gran criatura monstruosa y, en primera persona, vemos que el camarógrafo es devorado vivo.