Méliès comete un error muy habitual en los prestidigitadores de la época: coger a tres conejos por las orejas. Eso no tan solo hace sufrir al animal, sino que el que coge el conejo puede sufrir la ira del logomorfo, que tiene recursos para hacer daño (sobretodo tremendos arañazos con los cuertos traseros). Por vuestra intergirdad física: si queréis coger un conejo deprisa, agarradlo con firmeza del pellejo y levantadlo. Su reacción será mucho
bigladiesman
Corto del tipo ¨prestidigitación cinematográfica¨ donde Méliès ejecuta toda clase de trucos y utiliza muchos FX (stop motion, zooms, dobles exposiciones, planos de truca...) y disfraces en poco tiempo. Esta relativamente larga pero vertiginosa sucesión de trucos está destinada, simplemente, a despertar el asombro y la sonrisa del espectador. Resulta de cajón que lo... (seguir leyendo)