Puedo Matar a cualquiera, excepto a la música
: Una vez una mujer me hartó de sus caricias. ¡Ella está muerta!
La risa quema a un lisiado como el ácido.
Cuando Satanás cayó del cielo buscó poder en el infierno.
No te aflijas, querida, la muerte me interesa.
¿Me parezco a Satán? Antes de que termine con ella y su padre, pensarán que soy el mismísimo diablo.
Soy la bestia más infeliz del mundo.
El destino me encadenó al Mal; por eso debo pagar la pena.
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