¿Por qué dejas que te torturen así? - No tengo alternativa. - Claro que sí. No importa quién sea tu papá. Lo que importa es quién eres tú. Y quién quieres ser. - ¿Y tú vives tu vida así? - Claro.
Pidió amigos. Deberíamos secuestrarlo. Le falta evolucionar más para una autopsia.
Tiene amigos a su alrededor, pero no se ha dado cuenta.
Parece que no se adquieren amigos solo deseándolos. Uno tiene que ganárselos.
Hay que tener enemigos para saber quienes son tus amigos.
¡Miren! es el final del arcoíris. O el principio.
¡Es una piedra de los deseos! - ¿Cómo lo sabes? - Me lo acaba de decir.
¡Deseo tener telefonesis! - ¡Es ¨telequinesis¨, tonto! - ¡Deseo tener telequinesis!
¡Los mocos son como materia fecal! Tu cuerpo se quiere deshacer de ellos. ¡Los empuja arriba, arriba, y para afuera! ¿Y qué haces? ¡Te los metes a la boca! ¡Regresan al sistema! ¡Y todo vuelve a empezar! - Perdón.
¿Qué es esa cosa? - Mi moco. - ¿Te sacaste eso de la nariz? - ¡Te he dicho mil veces que no te piques la nariz! ¿Ves lo que pasa?
Todos los años que me dijiste que no me comiera los mocos? - Sí, ahora tu moco te quiere comer.
Si un moco monstruoso no te mató ¿qué te va a hacer el aire? ¡Respira!
Ten a tus amigos cerca, pero a tus enemigos más.
Dos cabezas son mejores que una.
El poder reside en todos nosotros. Y si trabajamos juntos, podemos mover montañas. O rocas muy grandes.
A veces desear algo lo hace realidad. Pero asegúrate de desear algo que valga la pena.
Quisiera salir en una película. - Sí, cómo si eso fuera posible.