En una escena, Sonic intenta librarse de una bomba que se le pega en uno de los guantes, intentándolo todo menos quitarse el guante y tirarlo. Ello no se debe tanto a que sea tonto del culo sino a que la escena se rodó con la idea del diseño anterior, que no llevaba guantes sino que tenía las manos blancas, y no se modificó.
En la escena en que Hitchcock hace su cameo (1h:2m) puede verse bien claramente un micrófono montado sobre un trípode a la izquierda de la pantalla. Echadle una ojeada: es una manera como otra de ver cómo era las cosas en los inicios del sonoro.
Hacia el final vemos que Christine tiene la cabeza de Hans clavada sobre un armario para poder tener a su amado a la vista. Todo muy tétrico. Sin embargo, se ve muy claramente que la cabeza es una foto mal cortada del actor Robert Morris pegada sobre el fotograma, lo que reduce muchísimo el impacto de la secuencia en cuestión.
Error de bulto: Nunca se ha sabido qué fue de Sade la prostituta tras ser encerrada en un armario.
En el enfrentamiento entre Conan y Toth-Amon (a los 41 minutos de película) vemos que la cabeza de la forma monstruosa del brujo no está conseguida del todo por ser amables: se puede ver parte la cara del wrestler Pat Roach por debajo de las bolsas de sus ojos y los agujeros para respirar cuando abre la boca aullando.
En el cameo final de los Beatles, Lennon suelta la frase “Newer and bluer Meanies have been sighted within the vicinity of this theatre“ con una cara y tono tan deliberada y cómicamente melodramáticos que se puede ver a McCartney haciendo lo que puede para evitar estallar en carcajadas e incluso a Harrison haciendo un ligerísimo “no” con la cabeza mientras sonríe de oreja a oreja.
Al igual que pasa con Adán, el monstruo o La Criatura de Frankenstein, conocido por mucha gente con el nombre de su creador, Frankenstein, mucha gente conoce al Conde Orlok como Nosferatu, cuando no es “el” Nosferatu sino “un” nosferatu. Incluso lo llaman así en artículos académicos o en su ya clásico cameo en Bob Esponja. La palabra “nosferatu” es usada por Bram Stoker en la novela original y se supone que una antigua manera rumana de designar a un vampiro. Tras mucho investigar se ha concluído que Stoker transcribió mal (expresamente o no, no es la cuestión) la palabra rumana “necuratu”, que significa “espíritu impuro” o bien la palabra griega “nosophoros”, que es “portador de la peste”.
En el clímax podemos ver claramente a un ensangrentado Peter Lawford luchando contra un imponente gran danés de genuino peluche.
Edgar Allan Poe (Silvano Tranquilli) dice al inicio de la película que ¨es la primera vez que visito Inglaterra¨. No es así, pues en la vida real el célebre autor vivió en Escocia y después en los aledaños de Londres durante su infancia (de los 6 a los 11 años, si no me equivoco).
En el inquietante plano donde vemos a la pobre Tao-Li ahogada en su bañera, la actriz Claude Dantes se está impecablemente quieta, pero no puede evitar mover ligeramente sus hermosos y azules ojos, disminuyendo ligeramente el poder de esa imagen. No es culpa suya, por supuesto, estos actos reflejos que pilla la cámara son una putada.
En la lucha final, la joroba de Quasimodo desaparece o se reduce como por arte de magia. Probablemente sea hecho expresamente, ya que simular una pelea con ese mamotreto encima y el arnés que lo aguantaba debía ser casi imposible.
Durante el clímax, el Dr. Clebb se queda cavilando sobre una vieja canción, llega a una conclusión y se levanta. En ese momento lleva un cigarrillo en la mano. Inmediatamente después va andando con un puro toscano en la boca. Debe de ser un puro mágico de los leprechauns. No se me ocurre otra explicación.
Durante una escena en que Mary Mitchel y Bart Patton hablan al lado del lago, la sombra de un micro se ve durante todo un minuto, llegandose incluso durante unos segundos a verse el micro entero en pantalla.
En la escena en que Ricardo asesina a su hermano Jorge en la bodega, a poco de empezar la peli, vemos que el moribundo hace un extraño aspaviento justo cuando Vincent Price va a echarlo al agua. ¿Convulsiones pre-mortem? No: se trata del actor Charles Macaulay tomando una buena bocanada de aire sin disimulo alguno antes del chapuzón en vino.
Miembros del equipo, un foco y lo que parece una grúa son claramente visibles reflejados sobre un camión negro. Esta escena se encuentra a los 36 minutos de película, bordeando los 37.
Una pifia muy famosa de esta película ambientada en 1868 es que entre la cantidad de imágenes de archivo en color que debían existir de Londres fueron a elegir la espectacular maqueta del Enrique V de Laurence Olivier, que muestra el Londres del S.XVI con el Globe Theatre visible en la parte inferior, el cual fue demolido en 1664 y no se reconstruyó hasta 1997. ¡Casi que hubieran usado imágenes actuales aunque se vieran edificios modernos, oiga! Por otro lado, la vista de Madrid es en realidad una foto de Toledo, y además el titular del Heraldo de Madrid reza una redacción propia de un traductor automático: ¨ROBUR SOBRE MADRID: Hojillas de caución son tumbadas¨[sic].
Como en el Hércules de Steve Reeves, durante la lucha contra el león (¿Leona?) se ve bastante claro que el animal está feliz y relajado, pues el doble de Thomas Mitchell solo lo achucha.
Durante la estupenda escena, llena de suspense, en que Haines entra en casa de los Anthony, vigilado por un espléndido, amenazador y gruñón gran danés que al final resulta ser de lo más cariñoso vemos algo extraño. El perro lame la mano de Farley Granger visiblemente a cámara lenta, lo cual llama más la atención que Orlando Bloom haciendo prácticas de boxeo. El crítico Quim Casas cuenta que este ¨gazapo¨ (debe ser puesto entre comillas) se debe a que el animal era muy tozudo y no había manera de que lamiera la mano de Granger. Cuando se logró, fue tan imperceptible que hubo que tirar de esta manida solución para que quedara algo convincente.
Al final de todo se produce un error de continuidad. Vemos los rostros de dos de los personajes que siguen vivos, pero están en poses y puntos muy distintos en que se supone que deberían estar. Fallito de edición allí.
En la película se da un error que no sería descubierto hasta hace relativamente poco, gracias a la fama de la escena de Shirley Eaton pintada de oro en Goldfinger: la asfixia cutánea por pintar un cuerpo vivo entero no puede darse mientras se pueda respirar por la nariz y/o la boca.
El simio Erik es un gorila, y Charles Gemora y su doble de acción llevan claramente un disfraz de gorila. Sin embargo, en las escenas de cerca, Erik es un pobre chimpance viejo, fofo y nada amenazador.
Ni obras maestras como estas están a salvo de errorcillos: al final, cuando cierto personaje de la película es atacado por un perro, se ve que el actor lleva de pronto una manga anormalmente larga y que está en perfecta posición para que el perro le ataque el antebrazo. Pero al menos no usa dobles, punto a favor.
En el minuto 29:50, se supone que el motor de una nave explota y ésta cae en barrena. Este es el preciso momento de la explosión. Realmente, los alrededores de Marte resultan de lo más prosaicos: una carretera, un par de edificios, postes de la luz y el culo de un Cadillac. Niños, tomad nota: no abuséis de las imágenes de archivo u os pasará esto.
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El Silencio De Un Hombre
24 Aug 2022Que digo yo que con Costello muerto álguien debería considerar ir a su piso a recoger a su camachuelo… Y también al tipejo que ha dejado allí atado hace veinte minutos.
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