Polanski usó el método más clásico, simple y al mismo tiempo complejo para la escena en que los tres fugitivos son detectados por los vampiros en pleno baile al reflejarse en un espejo: No hay tal espejo.
Polanski, MacGowran y Tate se encontraban en un set contíguo al de la sala de baile, decorado exactamente como ésta. Los tres actores que los representan de espaldas son dobles.
Este truco, aunque ya por entonces estaba más visto que el tebeo, requiere de gran maestría para ser auténticamente resultón.
Cuando la película se estrenó en EE.UU., los productores americanos se alucinaron mucho y decidieron vender la película como más comedia de lo que era. Cortaron 12 minutos, doblaron a Jack MacGowran para darle un tono de voz [aún] más estúpido e incorporaron una preciosa pero innecesaria secuencia animada de 2 minutos que precedía al logo de la Metro Goldwyn Mayer y que sustituía el chiste-susto con el logo que ya había hecho el diseñador e ilustrador André François para la película (se ignora quién hizo el pequeño corto animado, que podréis encontrar fácilmente buscando en Google).
La peli fue destrozada por la crítica americana, y tras verse por allí el corte original en varios cines de arte y ensayo a principios de los años 80, fue reivindicada. La versión americana solo se conserva parcialmente.
Pero no todo podía ser malo: nos dejó el tremendo poster de Frank Frazetta que decora la ficha.
Polanski insistió mucho en que los ataúdes usados en la película fueran artesanales, así que fichó para la película a todo carpintero disponible en los pueblos alrededor del lugar de rodaje de exteriores. Había tanta gente fabricando ataúdes por las calles que los hoteles locales tuvieron que poner carteles indicando que aquello no era un brote de peste, sino que se estaba rodando una peli de vampiros: algunos turistas ya habían huido despavoridos de ahí.
La película iba a rodarse en Austria, pero se trasladó a última hora a los Alpes italianos. Las relaciones entre equipos anglosajón e italiano fueron muy malas Polanski siempre pensó que les habían cobrado de más por rodar allí.
La rubia Sharon Tate aparece pelirroja en esta película. Eso es porque Polanski NO quería a esa advenediza en el papel de Sarah, que había estado creado pensado en Jill St. John: fue una imposición del productor Martin Rasonhoff, así que Polanski le hizo poner una peluca pelirroja.
Fue durante el rodaje que director y actiz se enamoraron, y el resto es - triste -historia.
A Iain Quarrier, que interpreta a Herbert, el hijo homosexual de Von Krolock, le dobló la voz el actor polonés Vladek Sheybal (Kronsteen en ¨Desde Rusia con amor¨ entre otras muchas pelis de espías o la serie ¨Shogun“).
Quarrier era muy, muy buen amigo de Sharon Tate y parece que el trauma de saber de su asesinato lo volvió completamente majareta, dejando el mundo del espectáculo y haciendo cosas horribles - que no especificaré - hasta su muerte, precisamente, por demencia en 2016.
La estructura general de la historia está más que inspirada en el film Hammer ¨El beso del vampiro¨. El vampirismo como secta, el baile, la chica secuestrada por los vampiros, el padre vampiro, el hijo rarito (aunque en distinto sentido)... Todo estaba ya en El beso del vampiro...
Esto puede restar algo de originalidad a El baile de los vampiros, pero no calidad.
Lo que sí es de justicia es resaltar la calidad de la película inspiradora, que por el simple hecho de no haber contado con Lee-Cushing, pasó injustamente desapercibida.
.....que Polanski también es el director del musical de esta película llamado en alemán ¨Tanz der Vampire¨(La danza del vampiro).
Polanski no se ha prodigado mucho en la comedia. Venía de rodar Repulsión y Callejón sin salida. El baile de los vampiros fue su primera película americana. Después se lanzó a rodar otro clásico del terror: Rosemary¨s baby o el título destripapelículas ¨La semilla del diablo¨.
Tras el asesinato en agosto del 69 de Sharon Tate, estuvo sin rodar dos años, y lo hizo con MacBeth, otra tragedia.
Contiene una de las escenas más delirantes del cine de terror cuando el afeminado hijo del conde flirtea con el joven Polanski, con un diálogo lleno de dobles sentidos y, cuando le va a morder en el cuello, aquel le coloca la Biblia en la boca.
Impactante. Cuando ruge el león de la Metro Goldwyn Mayer, éste luego cambia y se transforma en un caricaturesco pero terrorífico vampiro que gotea sangre. Imperdible e inesperado.
el propio Roman Polanski interpreta a Alfred, el joven ayudante de el profesor Ambrusius, uno de los dos protagonistas de la pelicula
En realidad estaba embarazada de 8 meses y medio,le faltaban dos semanas para dar a luz cuando los seguidores de Manson entraron en su mansion y la asesinaron junto a sus invitados,fue una autentica matanza lo que hicieron con ellos.
La protagonista, Sharon Tate, de una belleza espectacular, se casó con el director Polanski. No disfrutaron mucho del matrimonio. Poco después Tate, embarazada de 5 meses, fue brutalmente asesinada por Charles Mason
Curiosidades: 16
bigladiesman
Bueno, antes he dicho que Polanski quería a Jill St. John para el papel de Sarah, ¿no?¿Pero qué motivos llevaron a Sharon Tate a la película y posteriormente al altar?
Veréis, la parte americana de la producción la llevaba la Filmways, mítica productora televisiva famosa por sus rompedoras y atrevidas sitcoms (La familia Addams, Granjero último modelo, Mr. Ed, Los Nuevos/Beverly Ricos…) que hacía sus pequeños pinitos en el cine. Su jefe, Martin Ransohoff, quedó impresionado con Sharon Tate, quien por entonces se movía entre Italia y EE.UU. y le ofreció un contrato de 7 años. La tímida rubita se convirtió en su apuesta personal, pequeña musa y arma secreta: le dio papeles en Mr. Ed y Los nuevos ricos y después la empezó a introducir en pelis de cine producidas por la Filmways.
Es de suponer que Ransohoff consideró que esta era la película perfecta para Tate y la impuso. Polanski estaba muy enfadado. La primera vez que se vieron fue en una insulsa cena donde apenas hablaron. La segunda fue en casa de Polanski, e iba por el mismo camino cuando éste se ausentó por un momento y de pronto saltó dentro del comedor con una máscara de monstruo. Tate pegó un grito de terror que debió ser encantador, porque papel era suyo, y el corazón de Polanski, también.
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