[Como siempre digo, esta película la valoro dentro del contexto de las pelis de luchadores, y de allí no debe sacarse: está dirigida a sus fans y a quien quiera iniciarse en el subgénero. No es para ser tomada literalmente].

Chano Urueta muestra una considerable mejora en su trabajo directorial respecto a su antecesora “El demonio azul” (no es decir mucho, pero...), logrando que Blue Demon logre, en el inicio de la película, casi mostrar genuinos sentimientos al perder a su querido primo y ayudante a manos de un poderosísimo y sexualmente descontrolado mentalista (interpretado con inquietante calma por el destacado actor Jaime Fernández), capaz de controlar incluso una catalepsia de medio siglo, hipnotizar mujeres y violarlas a placer. Hay dos breves cameos de Santo.

El guion de Fernando Osés es muy lineal: Mientras el malo efectúa una fechoría tras otra con su poder mental, Blue Demon investiga sin moverse de su casa y da pistas a los bastante inútiles pasmas. No pelea con villanos en todo el rato, pero los varios combates en la Arena México están bien realizados, en especial uno el primero de Demon con un enmascarado (¿Osés?) y el de Santo contra el mismo Osés. Defectos los tiene, y gordos: el tramo final es nefasto y encima hay canciones.

Técnicamente es muy sencilla, sin FX destacables, música bastante desastre y buenas coreografías en los combates antes nombrados.

Entretenida propuesta, pero no es para tirar cohetes. Para ser sincero esperaba algo peor.

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