Se podría decir que esta película es como una respuesta a ¨Crimen Perfecto¨ del maestro Hitchcock, pero a la española. Julio Coll, uno de los directores mas destacados en los 50 y 60 por atreverse con el misterio, el suspense y el terror, nos regala aquí un film muy reconocido por la crítica, que adolece su falta de presupuesto pero que lo suple con muy buen guión y giros argumentales.
Quizá falle en la música en algunos momentos que a mi modo de ver no es la mas correcta, pero aún así tenemos una buena trama de cine policíaco, suspense y misterio, que sí consigue mantenerte atento a la historia y demuestra que en España si había talento para este tipo de cine dejando a un lado la comedia.
Recomendable, curiosa, entretenida y hasta sorprendente.
Críticas: 2
bigladiesman
7
El director Juli Coll (de Camprodon como las galletas Trias) hizo unas pocas películas siguiendo el modelo italiano de cine para exportar. Este buen experto en thrillers se lanza como muchos otros directores a elaborar el crimen perfecto.
La pareja protagonista es argentina: Carlos Estrada y Susana Campos, aparentemente doblados para tener acento neutro. Los secundarios eran muy conocidos en su época: Ángel Picazo, Roberto Camardiel, José Bódalo, la actriz y cantante persa-mexicana Irán Eory o el entonces prometedor Carlos Ballesteros (primer actor en interpretar al mítico Pepe Carvalho) y forman un muy buen elenco. Opino que la dirección - que me ha parecido casi teatral en consonancia con el tema secundario de la película - de Juli Coll hace mucho bien, logrando sacar todo lo que quiere de su reparto.
Pero es el guion lo que hace que esta película destaque: el cineasta y dramaturgo Pedro Mario Herrero se luce con un guion que atrapa desde el minuto uno y que aún con lo retorcido de la trama aún logra que todo tenga bastante sentido. Además, los diálogos resultan efectivos, si bien muy teatrales (supongo que hecho expresamente).
La película está rodada en exteriores de París e interiores de Madrid diseñados por el dos veces oscarizado Gil Parrondo con un estilo bastante pop, a ratos remarcado por una música típica de españolada de la época (ese jazz bastante alegre y algo garbancero en líneas generales) de Josep Solà, un tipo ecléctico que se movía por igual en el jazz, el pop (compuso para grupos de rock) e incluso la sardana. Dicha música en ocasiones suena en exceso, desdramatizando escenas que estarían mejor en silencio.
Un interesante thriller tirando a serie B que sabe mantener entretenido al espectador de principio a fin gracias a una dirección notable y un guion excelente a nivel de argumento.
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