Terence Fisher, director mimado de la Hammer, realiza aquí uno de sus proyectos más personales, y si bien no alcanzó el éxito de sus otras adaptaciones de los monstruos clásicos, es un film bastante digno, que intenta aportar algo de originalidad a la historia escrita por el genial Robert Louis Stevenson que ya había sido adaptada varias veces al cine y al teatro.
El actor Paul Massie, escogido personalmente por Fisher, interpreta a un Jekyll recargado de maquillaje, pero aporta con un Hyde juvenil, social y extrovertido, y, como mandan los cánones del personaje, malvado, sádico y pervertido. Dawn Addams es la señora Jeckyll, una mujer infiel, manipuladora e interesada, y Christopher Lee, aunque en un papel secundario, estaba contento de no interpretar al monstruo y aporta como un tipo vicioso y libertino, que contribuye en llevar a Hyde al abismo.
La película ha sido injustamente subestimada, quizás por carecer del terror característico de la Hammer, pero posee unos diálogos ingeniosos, una crítica frontal a la hipocresía social inglesa y al hedonismo amoral, está rodada con talento, y posee algunas buenas escenas, como el baile con la serpiente o la conversación entre Jeckyll y su reflejo como Hyde en un espejo.
El normalmente genial director Terence Fisher, abordó aquí el clásico doble personaje de la novela de Stevenson, intentando innovar / renovar como ya lo hiciese con ¨Drácula¨ ,¨Frankenstein¨,¨La momia¨, etc., y por desgracia fue un triste desacierto. La verdad es que este intento de crear un Dr. Jekyll diferente fue un fracaso, básicamente porque el actor que interpreta tal papel es muy mediocre e insulso; no me explico cómo Fisher lo eligió (¿porqué no escogió a Peter Cushing?). Incomprensible e imperdonable.
Tampoco convence su aburrida transformación (le desaparece su barba, y se vuelve perverso...buf!), para colmo aquí no hay ningún Hyde, puesto que la transformación es mucho más interior, que exterior... y también hay como una crítica a la decadente y burguesa aristocracia Victoriana... pero eso apenas tiene interés. Por lo menos aparece Christopher Lee, pero ni siquiera él es capaz de salvar el film, pues la verdad es que tampoco estaba demasiado inspirado, y su personaje no es que sea gran cosa. Ciertamente, esto parece más una versión de ¨El retrato de Dorian Grey¨, que otra cosa. Sin duda, de lo más flojo que he visto de la Hammer. Una lástima!
Reservada exclusivamente para adictos y fanáticos Hammerianos.
Puntuación: 4.
Para mi gusto, simplemente correcta. Es una peli la cual es mucho mas interesante en su primera mitad. Luego va diluyendose, haciendose bastante sosa y aburrida, llegando a su parte final que es sin duda lo mejor de todo. Un doctor Jekyll melancolico, maniaco depresivo. Nunca sale de su laboratorio. Su esposa le es infiel con Paul (Christopher Lee). Este doctor, convencido de que todo ser viviente tiene una doble personalidad (un lado oculto en el subconsciente, que supuestamente todos tenemos pero que salvo en rarisimas excepciones nunca sale a la luz) no parara en su empeño hasta dar con la suya. Cuando lo logra se convierte en Edward Hyde, un ser tan malvado como inteligente. El mayor problema que tiene ya lo he comentado y es que una peli que presuma de ser buena tiene que llevar un ritmo e intensidad siempre bien escalonados. Ha esta le pasa lo contrario, exceptuando sus ultimos minutos. Aceptable y poco mas
Otra Joya Hammer, Protagonizada por Paul Massie y Dawn Addams, esta vuelta de tuerca del Dr. Jekill y Mr. Hyde es entretenidamente original. El argumento, lento a ratos, se deja ver y la fotografía es impecable. Christopher Lee aparece en un papel secundario al igual que en muchas producciones de la Factoría Inglesa (The Man Who Could Cheat Death, Scream of Fear, The Hound of Baskervilles, She) y está bien. Hay una corta aparición de Oliver Reed como un matón de cabaret. Qizás no sea lo mejor de Terence Fisher, pero está a la altura de los mejores trabajo de la Productora.
Otra película Hammer, otra de Terence Fisher, otra con Christopher Lee. Esta vez no contamos con Cushing ni con Sangster, pero se nos ofrece un buen sustituto: el prestigioso Wolf Mankowicz.
Se trata de otra revisión más del mito de Jekyll y Hyde donde Mankowicz nos introduce en un nuevo concepto: ni Jekyll es una buena persona de entrada (es un tipo antisocial, un poco repelente y frustrado sexualmente y encima disfruta genuinamente de ser Hyde... Hasta cierto punto) y aún menos lo son su supuesto mejor amigo ni su esposa, que se entienden en secreto. Nos encontramos, pues, con una peli de antihéroes. Además, Hyde no es un monstruo físicamente, sino la cara mas apuesta del Mal, inviertiendo así los cánones. Eso sí, sigue siendo violento, vicioso y yonqui. La premisa es interesante, y el guion es el más atrevido que se ha visto basándose en la novela de Stevenson, descaradamente erótico y con más tacos por minuto que cualquier otra peli del género fantástico de la época, pero adolece de un ritmo lento y es poco, digamos, apasionante. Que es un ladrillo de película, vaya.
La parte floja del asunto es el protagonista principal, el canadiense Paul Massey. Dá el tipo físicamente y es un buen actor, pero resulta un tanto soso para el papel. No ayuda que en algunas escenas le pasen la voz por un filtro y hable como un entrevistado anónimo en un programa de sucesos (o como el gran Barry White cuando empezaban las canciones). Mejor está Christopher Lee, que mantiene a día de hoy que esta es una de sus mejores interpretaciones. Su personaje personifica la deslealtad y las ganas de hacer el mal por hacerlo, pero sin llegar a los límites de Hyde; es más un gamberro que otra cosa. Lee se lo pasa pipa durante toda la peli. Dawn Adams es bella, y funciona como pérfida pero inofensiva esposa de Jekyll. Sin embargo, adolece del mismo defecto que Massey: Es sosa como una gaseosa (de las baratas).
Técnicamente es una Hammer de segunda; tiene la típica bonita fotografía en bellos colores que es marca de la casa de la compañía, la música de Monty Norman es pasable, los decorados son elegantes pero sobrios, como lo es el vestuario.
Una peli sin mucha historia y bien hecha que por desgracia va de más a menos, y acaba siendo aburrida. Justita.
Uno de los films más flojos de la Hammer de la mano del, generalmente genial, director Terence Fisher, esta vez no muy inspirado.
El film es una relectura (de tantas) sobre el personaje de Stevenson que esta más cerca de ¨El retrato de Dorian grey¨ que otra cosa.
El film no deja de ser un melodrama con muchos altos y bajos, mediocremente interpretado por Paul Massey, al cual le superan con creces sus acompañantes de reparto como la pelirroja Dawn Adams y el siempre competente Christopher Lee.
A pesar de todo, se deja ver por curiosidad y resulta medianamente entretenido.
Antes que esta, es muy superior ¨El Doctor Jekyll y su hermana Hyde¨, también de la productora inglesa.
A mí me ha gustado. El film representa a la perfección el ello, esa parte de nuestra mente que nos impulsa a hacer cosas inesperadas. No me parece para nada mala aunque dentro de la hammer hay mejores.
UNA DE LAS PELICULAS PUNTERAS DE LA HAMMER MAS FLOJAS DE TODAS LAS REALIZADAS POR LA PRODUCTORA INGLESA. ESTA MAL DIRIGIDA, LOS ACTORE ESTAN MUY MAL Y SE HACE EMASIADA LENTA. CHRISTOPHER LEE ES UNA AUTENTICA PENA Y LOS SECUNDARIOS ESTAN MAL APROBECHADOS
Críticas: 9
DE NIRO
6
La productora Hammer y uno de sus clasicos, basado en la obra literaria de Robert Stevenson, que a grandes rasgos muestra la dualidad del alma, una personalidad conocida por la sociedad y otra oculta para la mayoria, es una lucha sicologica diaria que lleva el personaje principal y que tiene un destino ya conocido, las actuaciones son geniales y ver a un Cristopher Lee en su apogeo es encantador, seguramente ésta pelicula no es la mejor version pero está interesante y no aburre para nada a pesar de lo previsible de su trama.
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