Es, en efecto, una versión china de El Fantasma de la Ópera, donde el fantasma ayuda a un joven tenor a triunfar con una obra con la que tenía dificultades y clama venganza contra el hombre que lo desfiguró y le quiso quitar la novia (aunque ésta se le mantuvo fiel, incluso tras su ¨muerte¨). Combina una lograda ambientación - muy tétrica y con una iluminación ténue que hace que imaginemos más que ver, lo que es muy efectivo a la hora de crearnos inquietud. El maquillaje del fantasma está bastante bien - con una falta de ritmo y torpeza en el montaje que demuestra que China aún no había alcanzado suficiente madurez en lo que se refiere a películas para el gran público. La música a mi juicio es horrenda: por mucho que admiro la cultura china no le veo el qué a sus óperas. Afortunadamente lo conpensan un poco con una selección de piezas de compositores clásicos europeos. Otro punto en contra es la propaganda política descarada a favor del Kuomintang, el partido de Chiang Kai-shek (presidente de la China Nacionalista, es decir, lo que quedó en el actual Taiwan tras la victoria de Mao Zedong).
Sobre las actuaciones, muy al estilo ópera: histriónicas y gestuales. Hay buenos momentos, como la tía que se vuelve loca. Acojona.
Críticas: 2
TANO
6
Curiosa y libre adaptación china de ¨El Fantasma de la Ópera¨ con una historia algo diferente, donde el ¨fantasma¨, en vez de ser malvado y vengativo, es en esta ocasión un buen hombre que por razones de envidias quedó desfigurado, y en vez de hacer el mal, intenta ayudar a los demás.
Como es costumbre en el cine asiático, y más el de esta época, es una película lenta, con una fotografía algo extraña y con un metraje castigado por la edad, que hace que resulte más interesante.
Tiene bastante toque musical, una historia que no está nada mal y una parte final muy buena, bastante caótica. Curiosa de ver por todo buen amante del cine.
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