El departamento de arte fabricó una silla de director especial para sorprender a Peter Jackson. Era una silla de salón, de color castaño, y con el Árbol Blanco de Góndor (que tiene muchas vidas, según la leyenda) tallado en su parte posterior.
Muchos de los que estaban debajo de los trajes sintéticos de los orcos eran mujeres.
Algunas cámaras que se usaron para las tomas de las miniaturas de algunos escenarios fueron creadas durante la Segunda Guerra Mundial.
El pelo de los pies de los hobbits era de un color diferente para cada uno de los personajes. Los pelos se ponían uno a uno, y eran de estómago de yac, un mamífero tibetano.
Algunos actores tuvieron que aprender nociones de élfico, como Liv Tyler o Viggo Mortensen.
Jackson permitió que algunos fans de la trilogía visitaran el set. Una fue una chica canadiense de 14 años que incluso traducía las inscripciones élficas que veía por el decorado. Otro neocelandés de 14 años, al que Ian McKellen sorprendió mirando por encima de una valla, acabó colaborando con la producción.
Las espadas que aparecen en el film tienen inscripciones en las empuñaduras en lenguas elfícas inventadas por Tolkien. Por ejemplo, en la de Gandalf se lee: Martillo para los orcos.
Los establos de los caballos que participaron en el film se dejaban abiertos también de noche para que los actores pudiesen ir a montar. Viggo Mortensen, Liv Tyler y Orlando Bloom incluso iban los días festivos. Mortensen compró el caballo que montaba.
Cuando el rodaje ya estaba finalizado, Peter Jackson se dio cuenta de que necesitaba una toma de los actores ante una puesta de sol y otra ante una salida. Los citó al atardecer y a primera hora de la mañana para las dos tomas, pero Viggo Mortensen organizó una acampada para pasar la noche en el lugar de la filmación. El resto del cast se unió enseguida, y también los que no tenían que aparecer en la toma; nadie durmió esa noche.
Las hojas de espada creadas por Peter Lyons, con resorte y amortiguador, sobrevivieron sin romperse a las batallas.
Bob Anderson, maestro armero, ideó un estilo de combate diferente para cada pueblo de la Tierra Media.
Steve Old, coordinador de caballos, realizó casting por toda Nueva Zelanda en su selección.
Se utilizaron 70 sillas de montar con inscripciones grabadas de la Tierra Media.
Peter Jackson dio instrucciones precisas a la hora de elegir a los actores. Para hobbits, elfos y magos necesitaba gente de habla inglesa de origen británico. Para los humanos y enanos, actores americanos y australianos, y para los personajes comunes una mezcla de diferentes nacionalidades.
Se llegaron a instalar inmensas alfombras para proteger delicadas especies florales del inevitable trasiego de pisadas.
Se elaboraron 200 máscaras de orcos y se fabricaron 48.000 armaduras necesarias para equipar a todas las civilizaciones de la Tierra Media (Elfos, Orcos, Uruk-hai, Rohirrim y Gondorianos).
Se llegaron a producir 1.600 pares de pies hobbits, pues duraban a lo sumo dos días de rodaje por su complicada colocación y el material del que estaban elaborados no los hacía fácilmente perdurables, sin embargo, eran tan cómodas como unas zapatillas de tenis, según el actor Sean Astin.
El equipo negoció con los Iwis Maoríes, los pueblos y tribus indígenas de Nueva Zelanda, dónde podían rodar, y se les prohibió filmar en ciertos paisajes del país.
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Ian McKellen usó 159 prótesis de nariz durante el rodaje.
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