Remake en clave krimi sesentero de la película de Fritz Lang de 1933. Tomando la anterior por donde acababa, el Dr. Mabuse - al fin atrapado - está encerrado en un manicomio preparando un gran plan póstumo del que alguien se quiere apropiar.
Gerd Fröbe interpreta de nuevo y por última vez al comisario Lohmann, esta vez con un típico ayudante chistoso llamado Krüger (Harald Juhnke, actor que destacó doblando a Marlon Brando en alemán). Como en casi todas las versiones sesenteras, Wolfgang Preiss es Mabuse: un Mabuse sucio, deprimido y alienado que poco tiene que ver con sus anteriores interpretaciones del emprendedor villano. La bellísima austríaca Senta Berger, que entonces aún no era una estrella internacional, es la joven Molly
El guion del experto en el subgénero Ladislas Fodor (junto al veterano Robert Stemmle) tiene poca relación con el original de Thea Von Harbou en la película de 1933 si dejamos de lado la línea argumental esencial, ya que esta película entra de lleno en las convenciones del krimi tipo Edgar Wallace: lugares llenos de trampas y secretos, jazz, humor, excentricidad general y enfoque total en el entretenimiento. No hay ese logradísimo ambiente de terror absoluto y alarma social que Lang creó como aviso del mal del régimen nazi que se echaba encima de Alemania. Aquí tenemos pura evasión.
Técnicamente, pues ya lo tenemos en el párrafo anterior: es un krimi de estética algo más pop que otros. El director Werner Kingler era todo un experto en el subgénero, lo que garantiza que obtendremos un krimi de calidad.
Una entretenida muestra del subgénero cuya calidad - pese a su poca originalidad (no olvidemos que es un remake) - está por encima de la media en el mundo del krimi germano.
bigladiesman
7
Remake en clave krimi sesentero de la película de Fritz Lang de 1933. Tomando la anterior por donde acababa, el Dr. Mabuse - al fin atrapado - está encerrado en un manicomio preparando un gran plan póstumo del que alguien se quiere apropiar.
Gerd Fröbe interpreta de nuevo y por última vez al comisario Lohmann, esta vez con un típico ayudante chistoso llamado Krüger (Harald Juhnke, actor que destacó doblando a Marlon Brando en alemán). Como en casi todas las versiones sesenteras, Wolfgang Preiss es Mabuse: un Mabuse sucio, deprimido y alienado que poco tiene que ver con sus anteriores interpretaciones del emprendedor villano. La bellísima austríaca Senta Berger, que entonces aún no era una estrella internacional, es la joven Molly
El guion del experto en el subgénero Ladislas Fodor (junto al veterano Robert Stemmle) tiene poca relación con el original de Thea Von Harbou en la película de 1933 si dejamos de lado la línea argumental esencial, ya que esta película entra de lleno en las convenciones del krimi tipo Edgar Wallace: lugares llenos de trampas y secretos, jazz, humor, excentricidad general y enfoque total en el entretenimiento. No hay ese logradísimo ambiente de terror absoluto y alarma social que Lang creó como aviso del mal del régimen nazi que se echaba encima de Alemania. Aquí tenemos pura evasión.
Técnicamente, pues ya lo tenemos en el párrafo anterior: es un krimi de estética algo más pop que otros. El director Werner Kingler era todo un experto en el subgénero, lo que garantiza que obtendremos un krimi de calidad.
Una entretenida muestra del subgénero cuya calidad - pese a su poca originalidad (no olvidemos que es un remake) - está por encima de la media en el mundo del krimi germano.
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