El último de los episodios de esta colección de la HAMMER, nos ofrece quizá la historia más surrealista, morbosa y bizarra de todos los capítulos.

Tal vez porque ya se habían tocado todos los temas en capítulos anteriores, o tal vez queriendo rizar el rizo....el caso es que con las ideas ya agotadas, el director Don Leaver y el guionista Don Shaw, se marcan una trama de lo más extraña. Un tipo peculiar y un tanto odioso....un personaje de mediana edad que vive con su madre y que su cabeza no para de cavilar y de dar vueltas en lo que cree que le está afectando, y no es otra cosa que un complot contra él, cuando empiece a ver el número 9 por todas partes...desde la morgue del hospital donde trabaja, hasta en su vida cotidiana en su propia casa.

El episodio es un ir y venir de Edwyn, que así se llama el tipo en cuestión, y la paranoia cada vez más latente que supone el creer que todo aquel que se le acerca, es miembro de una secta satánica.

El caso es que todo comienza cuando se hace una herida, en la que un supuesto virus lo hace delirar de tal modo que el número 9 se le aparece por todos lados.

Las secuencias pesadillescas, donde se supone que todo está en su cabeza, trata de mostrarnos unas imágenes alucinógenas...en las que la secta quiere que Edwyn devore a un bebé que la inquilina del piso de su madre custodiaba. Y atención al bizarro momento en el que Stella, la inquilina, muerde al sacerdote como si fuera un perro rabioso. Cuando Edwyn despierta podemos deducir que en realidad, todo está en su cabeza....¿o no?.

Lo que si se puede deducir como real es cuando Edwyn asesina a su madre creyendo que es uno de los miembros de la secta...¿Pero y lo demás? ¿Se lo imagina Edwyn? Lo más inquietante viene cuando después de haber pasado todo y no acordarse de nada, lee en el periódico como varias enfermeras están siendo afectadas por un extraño virus...

En el final, Edwyn actúa exactamente igual que la víctima del principio del episodio que él contemplaba (trata de sacarse al Diablo de su cabeza taladrándose con una broca de cirujano)...con lo que en la secuencia final, se vuelve al principio como en un círculo vicioso.

Es curioso que el director, Don Lever, haya dirigido el primero de los episodios, ¨Wichting Time¨, y también se encargara de este último, ¨The Mark of Satan¨...empezó y terminó la serie el mismo director, que por otro lado, nunca salió del medio televisivo en su carrera profesional.

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