Unas tres décadas después de que su íntimo amigo Hal Roach la adoptara casi tres décadas antes como vehículo para Laurel y Hardy, es Walt Disney quien ahora revisa opereta de Herbert y McDonough.
Las dos estrellas juveniles más ¨in¨ de la Disney, la recientemente fallecida Annette Funicello y Tommy Sands, uno de los muchos contendientes a teen idol rockabilly en la ausencia alemana de Elvis se juntan con la gran estrella humorística de la Factoría, el veterano e influyente humorista Ed Wynn (hombre de la casa desde que dobló al Sombrero Loco en ¨Alicia en el País de las Maravillas¨) y Ray Bolger, el excelso Espantapájaros de ¨El mago de Oz¨, como villano y cabeza de cartel. La bella Annette y Sands son más bien sosos (Sands tiene una escena bastante buena haciendo de bruja y poco más) dando el protagonismo a Bolger, que seguía siendo un excelso bailarín, y a Wynn, el mejor intérprete del reparto y único que sabe sacarle jugo al guion: se ve claro que se lo pasa pipa el hombre, y hacia el final le reservan las mejores líneas de la peli, que no es decir mucho, pero bueno, hacen sonreir. Por otro lado da un excesivo protagonismo a los secundarios Gene Sheldon y Henry Calvin - el Sargento García de la notable serie disneyana ¨El Zorro¨, que recibió una excelente adaptación en cómic del influyente Alex Toth - que no tienen ninguna gracia. Calvin canta genial, pero al dúo le dan unos papeles que parecen una mala imitación de Oliver Hardy haciendo dúo Harpo Marx. Y hacen bastante poca gracia, la verdad. Cuando el mejor actor de la película, incluso por encima de Wynn, es una marioneta, el ganso Sylvester (lo que en círculos frikis llamamos un ¨ensemble darkhorse¨), doblado por el propio director de la película Ray Donohue, es que tenemos un pequeño problema.
Técnicamente, la película es un festín visual de la época, con excelentes FX (marionetas a las que no he podido encontrar un solo hilo, un cuidadísimo uso del stop motion, la multiexposición, la animación tradicional y las transparencias e incluso unos primitivos animatronics) sets hermosos y gran colorido. Las coreografías son muy buenas, pero están a años luz de los mejores musicales de la época (sin ir más lejos, de ¨West Side Story¨, de ese mismo año). Afortunadamente, sirvieron como base a escenas realmente memorables como la de los deshollinadores de ¨Mary Poppins¨.
El guion tiene muy poca relación con el original o la película de 1934: de hecho, no lo podemos considerar un remake de ésta, sino una versión muy libre de la opereta de 1903: toda la música fue reorquestada (al estilo jazz que era marca de la casa entonces) y puesta al día, se suprimieron varios personajes y se tomaron muchas libertades argumentales por tal de hacer un musical espectacular (era el debut de la Disney en el género, ciñiéndonos al cine en imagen real, claro). No es nada especial, ni para grandes ni para chicos.
Una película muy lograda técnicamente, que logró sendas y merecidas nominaciones al Oscar por los excelentes FX y la notable música, pero que es bastante mediocre a nivel artístico. Y es un tópico, pero un gran aspecto técnico no hace una gran película. Pasable sin más.
bigladiesman
5
Unas tres décadas después de que su íntimo amigo Hal Roach la adoptara casi tres décadas antes como vehículo para Laurel y Hardy, es Walt Disney quien ahora revisa opereta de Herbert y McDonough.
Las dos estrellas juveniles más ¨in¨ de la Disney, la recientemente fallecida Annette Funicello y Tommy Sands, uno de los muchos contendientes a teen idol rockabilly en la ausencia alemana de Elvis se juntan con la gran estrella humorística de la Factoría, el veterano e influyente humorista Ed Wynn (hombre de la casa desde que dobló al Sombrero Loco en ¨Alicia en el País de las Maravillas¨) y Ray Bolger, el excelso Espantapájaros de ¨El mago de Oz¨, como villano y cabeza de cartel. La bella Annette y Sands son más bien sosos (Sands tiene una escena bastante buena haciendo de bruja y poco más) dando el protagonismo a Bolger, que seguía siendo un excelso bailarín, y a Wynn, el mejor intérprete del reparto y único que sabe sacarle jugo al guion: se ve claro que se lo pasa pipa el hombre, y hacia el final le reservan las mejores líneas de la peli, que no es decir mucho, pero bueno, hacen sonreir. Por otro lado da un excesivo protagonismo a los secundarios Gene Sheldon y Henry Calvin - el Sargento García de la notable serie disneyana ¨El Zorro¨, que recibió una excelente adaptación en cómic del influyente Alex Toth - que no tienen ninguna gracia. Calvin canta genial, pero al dúo le dan unos papeles que parecen una mala imitación de Oliver Hardy haciendo dúo Harpo Marx. Y hacen bastante poca gracia, la verdad. Cuando el mejor actor de la película, incluso por encima de Wynn, es una marioneta, el ganso Sylvester (lo que en círculos frikis llamamos un ¨ensemble darkhorse¨), doblado por el propio director de la película Ray Donohue, es que tenemos un pequeño problema.
Técnicamente, la película es un festín visual de la época, con excelentes FX (marionetas a las que no he podido encontrar un solo hilo, un cuidadísimo uso del stop motion, la multiexposición, la animación tradicional y las transparencias e incluso unos primitivos animatronics) sets hermosos y gran colorido. Las coreografías son muy buenas, pero están a años luz de los mejores musicales de la época (sin ir más lejos, de ¨West Side Story¨, de ese mismo año). Afortunadamente, sirvieron como base a escenas realmente memorables como la de los deshollinadores de ¨Mary Poppins¨.
El guion tiene muy poca relación con el original o la película de 1934: de hecho, no lo podemos considerar un remake de ésta, sino una versión muy libre de la opereta de 1903: toda la música fue reorquestada (al estilo jazz que era marca de la casa entonces) y puesta al día, se suprimieron varios personajes y se tomaron muchas libertades argumentales por tal de hacer un musical espectacular (era el debut de la Disney en el género, ciñiéndonos al cine en imagen real, claro). No es nada especial, ni para grandes ni para chicos.
Una película muy lograda técnicamente, que logró sendas y merecidas nominaciones al Oscar por los excelentes FX y la notable música, pero que es bastante mediocre a nivel artístico. Y es un tópico, pero un gran aspecto técnico no hace una gran película. Pasable sin más.
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