Sugar Cookies, conocida en español con el llamativo título de Lesbianismo asesino, es un interesante drama criminal psico-erótico (en su año de estreno obtuvo una calificación de X), salido del cine independiente, setentero, deudor del grindhouse, que se ha convertido, en algunos círculos, en una película de cierto culto. Fue dirigida por Theodore Gershuny, coescrita por el futuro presidente de Troma Entertainment, Lloyd Kaufman, y producida por el futuro director Oliver Stone. Ya de por sí esos nombres, detrás del proyecto, despiertan la curiosidad de cualquier cinéfilo.
La primera escena te engancha de inmediato: vemos a una pareja que disfruta jugando a la ruleta rusa y usando una pistola como sustituto fálico. Sin ninguna razón lógica, él le vuela la cabeza de un tiro a ella y luego informa a la policía que ha sido un ¨suicidio¨. La trama deriva a una extraña historia de venganza, con cierta sordidez y mucha tensión sexual entre las dos protagonistas, una deslumbrante Mary Woronov, estrella salida de la factoría Warhol, que luce carismática y muy segura de sí misma, y la rubia y esbelta Lynn Lowry. La química y el erotismo lésbico entre Woronov y Lowry son perfectas.
Una fotografía de apariencia artística, giros enfermizos de la trama, atmósfera lánguida, unos escenarios exuberantes y decadentes, escenas sexis y sádicas, dos hermosas y desinhibidas mujeres, se combinan para una película extrañamente convincente.
Miguel Arkangel
6
Sugar Cookies, conocida en español con el llamativo título de Lesbianismo asesino, es un interesante drama criminal psico-erótico (en su año de estreno obtuvo una calificación de X), salido del cine independiente, setentero, deudor del grindhouse, que se ha convertido, en algunos círculos, en una película de cierto culto. Fue dirigida por Theodore Gershuny, coescrita por el futuro presidente de Troma Entertainment, Lloyd Kaufman, y producida por el futuro director Oliver Stone. Ya de por sí esos nombres, detrás del proyecto, despiertan la curiosidad de cualquier cinéfilo.
La primera escena te engancha de inmediato: vemos a una pareja que disfruta jugando a la ruleta rusa y usando una pistola como sustituto fálico. Sin ninguna razón lógica, él le vuela la cabeza de un tiro a ella y luego informa a la policía que ha sido un ¨suicidio¨. La trama deriva a una extraña historia de venganza, con cierta sordidez y mucha tensión sexual entre las dos protagonistas, una deslumbrante Mary Woronov, estrella salida de la factoría Warhol, que luce carismática y muy segura de sí misma, y la rubia y esbelta Lynn Lowry. La química y el erotismo lésbico entre Woronov y Lowry son perfectas.
Una fotografía de apariencia artística, giros enfermizos de la trama, atmósfera lánguida, unos escenarios exuberantes y decadentes, escenas sexis y sádicas, dos hermosas y desinhibidas mujeres, se combinan para una película extrañamente convincente.
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