Los mares están envenenados, los peces han muerto, y ya no crecen las plantas en la tierra. Solo unos pocos puñados de humanos sobreviven en medio de la debacle de la civilización. Pero quizás quede una esperanza, un lugar llamado “Génesis”, un oasis de esperanza.

En los setentas, no solo los italianos se dedicaron a rodar filmes baratos postapocalipticos. Richard Compton dirige este modesto film de bajo presupuesto, producida por Cinecorp, que cuenta con Richard Harris como protagonista y dos bellas actrices, Alana Hamilton (bella esposa de Rod Stewart) y Ann Turkel, en ese entonces, esposa de Harris. Y justo cuando me estaba preguntando en qué momento aparece Ernest Borgnine, el tipo aparece encarnando a un líder de los sobrevivientes, en los últimos quince minutos del film.

Y bueno, la dirección y la producción son flojitas, parece un telefilm, pero no deja de tener su encanto y su interés, si eres fan de las películas de sobrevivencia luego de un apocalipsis, que por cierto no se explica ni cómo ni porqué pasó. Eso sí, a destacar el mensaje de esperanza de la trama. El planeta, y la humanidad, pueden sobrevivir a pesar de todo.

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Aburrida y lenta pelicula postapocaliptica, de buena atmosfera y ambientacion, pero con una historia muy topica de venganza, algunos personajes absurdos y protagonistas algo perdidos. Los dialogos son tambien de lo mas surrealista (cuando Richard Harris llega a la "comnunidad idilica", un paraiso, ¡intenta que lo abandonen!) y la historia hace bastantes aguas por todos lados. Un chasco.

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