Aparte del medio plagio con la peli de culto, ¨Psicosis¨, con la escenita de la ducha. Y también; aparte de la vecina de Steve, tener, por un detalle del cual os daréis cuenta, menos luces que una farola en medio de un bosque. Por todo lo demás, la peli me ha parecido un poco buena de más para su época. Pero entre que, por momentos, la peli se pasa de `simpática´ - y eso, indudablemente, le perjudica - y que creo que este es de esos filmes que no han envejecido precisamente bien.. Pero que conste que lo que más le pierde, para mi gusto, es lo primero ( el pasarse en algunos momentos de simpática: cuando se supone que estamos viendo algo totalmente incompatible con esto. Por lo que, consecuentemente, así es muy difícil poder tomársela 100% en serio ). Que conste, que no la apruebo por tener poco más de medio siglo y pecar de indulgente. Ni mucho menos. Lo hago porque me ha gustado, así de simple. Pero desde luego, estoy casi seguro que no la volveré a ver más.
Juguemos con la muerte…
William Castle fue el maestro indiscutible del terror lúdico dirigido al público adolescente, con una filmografía impresionante de más de 50 filmes, casi todos de serie B, pero con un buen puñado de clásicos imborrables en la memoria de cualquier cinéfilo o fan del cine fantástico.
En 1965, justó después del éxito obtenido con “El caso de Lucy Harbin”, Castle volvió a convocar a Joan Crawford, para rodar un nuevo film que combinara suspense y cine teen.
Dos chicas adolescentes y una niña, que se han quedado a solas en casa, (una casa alejada en un bosque rodeado por neblina, por cierto) se dedican a gastar bromas telefónicas pesadas, llamando al azar y diciéndole a quien conteste: “vi lo que hiciste y se quién eres”.
Buena premisa para desarrollar un film bastante decente, (y que ha ejercido una influencia enorme en filmes posteriores), con un par de rudas escenas de apuñalamiento, bien rodadas, que son una especie de homenaje a “Psicosis”.
John Ireland y Joan Crawford (que aquí es una ladrona de maridos y una ladrona de escenas) lucen competentes y casi nos hacen olvidar a las dos adolescentes y a la niña, que por el contrario caen pesadas, debo decirlo.
pequeña joyita de la mano de william castle, este filme influencio a filmes como ¨ cuando un extraño llama¨ o ¨hotline¨o incluso el inicio de scream, por citar algunas ya que se nota su legado, no estamos ante un clasico pero sin embargo este filme tiene su lado original, tiene una explendida ambientacion y una trama bien llevada aunque su cuota de comedia y musicalizacion chistosa le da otro toque alejado del terror. sin embargo esta mescolanza le da una identidad propia y distante de otras pelicula de esa decada.
me gusto, me parecio curiosa y es indispensable para los fans incondicional del cine del ayer.
entretenida pelicula que tal y como dicen algunas criticas sento un precedente en los grandes slashers de los ochenta, claro ejemplo de una copia de esta peli puede ser perfectamente cuando llama un extraño y algunas mas.
la pelicula es entretenida y te hace pasar un rato muy agradable.
super recomendable.
Otra buena muestra, del siempre genial y reivindicable, William Castle, y un film, que sentó las bases de ¨el psicópata al teléfono¨ (¨Cuando Llama Un Extraño¨ o ¨Scream¨, son solo dos ejemplos, de la amplia filmografía de este estilo). Un thriller, con un guión bien pensado, buenas interpretaciones y como casi siempre, una fotografía en blanco y negro, que suma autenticidad al producto (esa neblina y esa ambientación aislada y rural de la casa, muy oportunas). En contra, una banda sonora, que en ocasiones no pega nada con la historia (parece la banda sonora de una comedia, más bien) y un asesino que se descubre demasiado pronto y eso le resta misterio a la película. Un film menor, de WIlliam Castle, pero recomendable.
Críticas: 6
lokis
9
Otra gema en la filmografía del recordado William Castle por la que personalmente tengo gran cariño y a la que desde mi punto de vista coloco entre las mejores. Está muy bien realizada y sabe mantener el equilibrio entre esa primera parte de las bromas, más liviana y suave, y la segunda mitad donde la tensión, las situaciones dramáticas y el suspense toman el mando. El clímax final, cuando el asesino va directamente a por las chicas es igualmente notable y tiene una gran resolución.
Joan Crawford vuelve a trabajar con Castle aunque en esta ocasión el papel no es tan destacado como el que tenía en “El caso de Lucy Harbin”, sin embargo seguía siendo un buen reclamo en taquilla. Yo al menos siempre prefiero ver a una vieja gloria dentro del género, al margen del rol que tenga en el film. En este sentido es importante también la presencia de Ben Johnson (¨The Town That Dreaded Sundown¨, ¨El tren del terror¨), otro gran actor que cumple muy bien su cometido como psicópata.
Pero lo que más quisiera resaltar de esta película, como han hecho otros comentarios, es su influencia. ¿Cuántas cintas de suspense y terror han coqueteado con los juegos y amenazas por teléfono? Aunque esa influencia siempre se pueden rastrear más atrás en el tiempo (“Voces de muerte” de 1948 -pese a estar más enfocada al cine negro- sería un buen ejemplo), creo que la precursora es esta historia de Castle, especialmente en lo que se refiere a nuestro género y al cine americano. Y no hablo ya de influencia en las más evidentes (“Llama un extraño”, “Prom Night”, “Hotline”, “Scream”, etc), sino de otros títulos menos conocidos pero igualmente significativos: “Noche silenciosa, noche sangrienta”, “When Michael Calls”, “Don’t Hang Up”, “La tercera víctima” ¨Después de la medianoche¨ (tercer segmento)… entre otros, que utilizan el teléfono como un elemento clave en la historia. Pienso que incluso se puede hablar casi de un subgénero dentro del cine de terror; un subgénero que le debería mucho a William Castle.
En definitiva, es una película que yo siempre pongo entre sus grandes títulos al lado de “Homicidio”, “El caso de Lucy Harbin”, “House on Haunted Hill”, “The Night Walker” y “Macabro”.
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