Entretenida película precursora del subgénero cinematográfico llamado ¨Slasher¨.
Está excelentemente actuada; Joan Crawford, como siempre, deja todo de sí.
La historia es sencilla pero para la época debió de resultar bastante violenta.
Los efectos especiales están bastante bien al igual que la fotografía.
Cabe destacar que es una película simple y pasatista, nada más.
Recomendable!
Interesante thriller de William Castle que juega con el hecho de inducirnos a pensar que alguien no ha perdido sus mañas cuando en realidad quien comete los crimenes resulta ser otra persona.
Muy buena interpretacion de la Crawford,quien no se puede negar que tiene una cara de loca bastante bien conseguida(me pregunto cuanto hay de actuacion y cuanto de realidad por parte de ella en esta pelicula).
No conocía esta pequeña joyita y la verdad que ha sido toda una agradable sorpresa.
Serie B de la que es agradable de ver,con William Castle en la dirección y la gran Joan Crawford de protagonista que como siempre se adaptaba a cualquier tipo de papel.Que la película este en blanco y negro le da una aire mas oscuro a la historia y el director juega con ello sobretodo en las escenas de los hachazos aprovechandose de las sombras para que resalten mas.
Y para acabar la sorpresita final que a mi me ha encantado.
Muy recomendable.
Estupendo film de serie B, rodado siguiendo la estela dejada por “Psicosis”, y con el gran plus de mostrarnos a esa fuerza de la naturaleza que fue Joan Crawford.
El film inicia arrollador. La Crawford llega con un caminar entre sexy y marimacho, descubre a su marido en la cama con otra y los descuartiza a ambos con un hacha.
Así comienza este thriller psicológico, de gran influencia para el desarrollo del futuro slasher, estrenado en 1964, con Joan Crawford teóricamente en el declive de su carrera, pero que nos demuestra que seguía en plena forma.
Fue dirigida por el maestro del suspenso de serie B, William Castle, a quien todos recordamos por sus obras clásicas de terror ( “Macabre”, “La mansión de los horrores”, “Los 13 fantasmas”, etc), y con un guión de Robert Block, que por cierto, había ganado un enorme prestigio por ser el escritor de la novela que dio origen a “Psicosis” de Alfred Hitchcock.
A destacar también la presencia de una deliciosa Diane Baker, como un personaje esencial en la trama.
buena pelicula de los años 60, con un final que logro sorprenderme por lo inesperado, las actuaciones estan bien y la historia entretiene sin ser una maravilla.
quedara para siempre la imagen clasica de Crawford portando un hacha con cara de psicotica.
recomendable su visionado.
tremendo filme con sabor a clasico ideal para los mas acerrimos del cine de la vieja escuela, joan crawford no decepciona en su papel de lucy harbin, la pelicula en cuestion es simplona pero efectiva, con una vuelta de tuerca humilde y predecible pero con agregados que e dan su toque al final. es un buen ejemplo de que con tan poco se logra mucho. recomendable.
Bien pero sin sobresalir. La actuación de Joan Crawford, un reclamo,no es su mejor interpretación, en mi juicio muchos secundarios actúan con más fuerza y convicción.
Una película irregular,con buenos momentos atrevida para su época pero que tampoco como dije en mi inicio tiene algún aspecto por el cual debió merecer mejor suerte.
Aún así conserva buenos momentos de cine,con situaciones bien logradas y con una puesta en escena bien conseguida.
No es brillante pero tampoco cae en el ostracismo delos recuerdos del cine delos sesenta. Algún ingrediente tuvo de menos que no la favoreció aún así tampoco merece mala puntuación.
Un slasher en pañales, aunque en este filme está la esencia de este subgénero.
Es difícil ver este filme con ojos actuales, porque el recurso de esconder el rostro del atacante, ha sido usada tantas veces que al verlo, se sabe que hay gato escondido. Sin embargo, en su tiempo debió ser una gran sorpresa.
En todo caso el filme tiene un envejecimiento digno, que atrapa de principio a fin, y que la gran actuación de su protagonista sustenta excelentemente su suspenso.
Todo es un truco, que hace que se elaboren teorías y mucho personaje sospechoso a fin de entregar pistas falsas, cosa de esconder su final, aunque yo lo vi venir, no tan obviamente, ya que titubee en algún momento.
Gran cine, de aquel que las actuaciones teatrales se iniciaban en el cine, y con una mirada se podía expresar mas que con un dialogo.
El final, y esa necesidad de explicarlo todo es un tanto gracioso y caricaturesco, de hecho parece más un final con explicaciones a lo Scooby Doo que una película seria.
Muy divertida, la recomiendo a los fans del cine clásico.
Una entretenida película de intriga con buenas actuaciones y una historia aceptable, aunque tiene el principal problema de que el final se ve venir desde casi el principio.
Para mi gusto faltan un par de muertes más, y sobre todo haber tenido más sospechosos y un guión más intrincado, pero para pasar el rato no está nada mal.
gran pelicula y gran papel de joan crawford, es una pelicula muy entretenida.
recomendable para poder disfrutar de ella y pasar un rato muy agradable, ni mas ni menos.
Lucy Harbin es una mujer de armas tomar. Tal como lo demuestra al bajarse del tren, en una de las primeras escenas de esta película. Inspiraba temor con su pelo negro, sus pulseras en ambas manos, y su infaltable cigarrillo. Tal como lo era Joan Crawford en su vida diaria. Una asesina. Una asesina de la actuación, que con sus interpretaciones mataba a cualquiera. En Strait Jacket ya estaba hacia el final de su carrera, pero eso no le quitaba talento.
Eso no le impidió robarle la escena final a la novata Diane Baker, y ciertamente tampoco le impidió exigir brandy y caviar en su remolque. Una verdadera estrella a la que le perdonamos todo con tal de verla una vez más haciendo lo que mejor sabía: actuar.
Si quieres ver esas películas que no sabes quién es el asesino sino hasta el final, te la recomiendo a ojos cerrados. Perturba, atemoriza desde la primera escena. Buena trama, buenas escenas, si quieres ver suspenso puro, no te arrepentirás. La Crawford se roba la película con su papel demencial. No te la pierdas. Es un film de culto. Muy entretenida.
Esta película es una obra maestra de el suspenso y el terror . Con Joan Crafword como actríz principal , seguido por la hermosa Diane Baker , y luego un elenco de muy buen trabajo . Esta película atrapa hasta el fin suspenso , terror y hasta comedia , con muy pocos errores y tal vez entre las mejores de Willian Castle .
Pésimo film que parece dirigido por un amateur. Da pena contemplar a una Joan Crawford en absoluta decadencia, recitando su papel como en una obra de colegio. Sobreactuaciones a granel, iluminación deficiente y la pobre Crawford... perdida en medio de este "no cine".
Críticas: 14
bigladiesman
8
Aquí tenemos al inefable William Castle en la primera de sus dos colaboraciones con el escritor Robert Bloch, eminencia del thriller, caracterizadas por la presencia de actores protagonistas de muchísimo relumbrón.
Nada menos que una como siempre gloriosamente histriónica Joan Crawford es Lucy Harbin, una mujer declarada como demente tras asesinar a su marido y la amante de éste e ingresada en un psiquiátrico. Es liberada pero teme que matará de nuevo, lo cual empieza a ocurrir, y todo ello ante su hija Carol, que tuvo que ver como descuartizaba a su papá a hachazos.
Desde “Qué fue de Baby Jane”, la Crawford crepuscular encontró todo un filón con estos thrillers psicológicos de presupuesto medio-bajo que se ajustaban como anillo al dedo a sus quizá algo obsoletas pero aún excelentes habilidades como actriz: arrastra todo el peso de la película sin despeinarse. Pero tampoco es que la actriz que interpreta a la pobre Carol sea moco de pavo: Diane Baker, actriz de carácter de postín, sobre todo en la tele, es la ilusa joven a punto de casarse con un policía (John-Anthony Hayes, que en la época hacía muchas pelis de surfistas) y que piensa que su señora madre se puede adaptar a un mundo que ya no conoce. Cuando ésta empieza a beber y a coquetear descaradamente con su novio, la cosa se complica de verdad.
Leif Erickson, otro importante secundario, es Bill Cutler, el hermano de Carol, que la acoge en su próspera granja, donde pasa el grueso de la acción de la peli. Tambien podemos ver a un George Kennedy casi irreconocible como un mozo de granja muy desagradable. Efectivo como siempre, paso a paso, Kennedy se dirigía hacia el estrellato.
Siendo Robert Bloch el guionista, no debe parecernos extraño el aire a “Psicósis” que la película gasta, ni los paralelismos entre Lucy Harbin y Norman Bates (especialmente el que Anthony Perkins interpretó en las secuelas): no son villanos “per se”, pero su locura es incurable, son débiles, y, aunque no quieran, su enfermedad mental les puede, la incomprensión de la sociedad los tortura, la paranoia y la psicósis se apoderan de ellos, empiezan a tener visiones y matarán al primer arrebato. Son gente muy peligrosa. El resultado es suspense, sustos a porrillo y algún giro sorprendente: Willam Castle genuino.
A nivel técnico, Castle no se va con trucos de los suyos (ay pena penita pena) y opta por la efectiva sobriedad que ya mostró en “Homicidio”. Lo más destacable es la música de Van Alexander, uno de los dos compositores de la sintonia de un meméticamante legendario logo de la entonces filial televisiva de Columbia Screen Gems (lo podéis oír en “Érase una vez en Hollywood” para remarcar una inquietante escena). Combina agradablísimas piezas jazz (me consta que eran su especialidad), muy en plan serie de televisión de la época (a veces incluso suenan en escenas de tensión. Ahí no pegan ni con cola) con estridentes piezas que buscan – con buen tino – asustar. Los efectos de sonido remarcan esa sensación a su vez.
Brillante slasher que se caracteriza, a parte de por una buena aplicación de los tropos y clichés del género, por una mirada algo humanizante e incluso compasiva de las enfermedades mentales.
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