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Quentin Dupieux vuelve a ofrecernos una de sus características piezas: extravagante, absurda y profundamente original.
Su humor, lleno de surrealismo y giros inesperados, es refrescante. Aunque en la superficie parezcan meros delirios, sus historias contienen comentarios y críticas sociopolíticas que invitan a la reflexión una vez cae el telón.
La clave es sumergirse en la visión del director y permitirse viajar a este universo que desafía la lógica, pero que, a la vez, entretiene, sorprende y provoca carcajadas incontrolables.
La narración fluye rápidamente, enlazando historias con un hilo conductor que personalmente he encontrado muy atractivo. El reparto hace justicia a los personajes peculiares, abordándolos con gravedad y compromiso, y la dirección de Dupieux es, como siempre, acertada y decidida.
Es una propuesta que no es para todos, pero si te conectas con su esencia, es probable que te deje con una sonrisa.
El cineasta francés Quentin Dupieux ha evolucionado con un estilo distintivo que, en películas recientes como “Deerskin“ (2019) y “Mandibules“ (2020), se ha mostrado más accesible al público general, en comparación con sus inicios. Aunque 2021 fue un año atípico, posiblemente debido al Covid, Dupieux no dudó en lanzar dos películas este año, incluyendo “Fumer fait tousser“ e “Increíble pero Cierto“, ganando un premio por el mejor guión en el Festival de Sitges.
“Fumer fait tousser“ se destaca por la originalidad de su propuesta, donde un grupo de héroes, Tabac Force, son enviados por su jefe a un retiro tras enfrentar a una tortuga demoníaca. La película juega con varias referencias culturales, desde Power Rangers y su original japonés, Super Sentai, hasta “El delirante mundo de los Feebles“ y la serie “V“, ofreciendo un singular mosaico de influencias retro.
Dupieux lleva la trama hacia un giro, convirtiéndola en una serie de historias de campamento que varían desde el slasher hasta la comedia negra surrealista, con comentarios sobre la naturaleza humana y la estupidez. Con una duración que no supera los 90 minutos, “Fumer fait Tousser“ tiene un final abrupto, quizás afectado por la longitud de las subtramas. Sin embargo, su enfoque poco convencional en la narrativa y la trama permite a Dupieux (también conocido como Mr. Oizo en su rol de productor musical) continuar explorando la sátira, en esta ocasión con un toque más sangriento y un elenco que complementa bien la obra, solidificando su relación con el público.
Críticas: 3
MyCunga
5
Esta película intenta fusionar múltiples géneros, desde ciencia ficción hasta comedia negra, pero deja al espectador con un sentimiento mixto. A pesar de ganar el premio al Mejor Guion en el Festival de Cine de Sitges y ser dirigida por Quentin Dupieux, quien también se encargó de la fotografía y edición, el film tiene un enfoque desequilibrado.
Se presenta como una sátira de los superhéroes, con claras referencias a los Power Rangers y las Tortugas Ninja, y se entrelaza con otros guiños culturales. La historia sigue a “Fuerza Tabaco“, un equipo de superhéroes que combate a enemigos provocándoles cáncer. La trama es errática, saltando entre microhistorias y humor absurdo. El reparto incluye a Gilles Lellouche, Vincent Lacoste, entre otros, pero sus actuaciones no destacan.
La película se regodea en su estilo de serie B y humor negro. A pesar de su intento de ser entretenida, para mí, parecía más un programa televisivo inconexo con humor inconsistente. La conclusión es anticlimática y la frase “Cambio de época en curso” resulta poco impactante.
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