La última creación de la directora Jacqueline Castel, nos ofrece una nueva visión del clásico cuento del hombre lobo. La película se centra en Heather, interpretada por Bobbi Salvör Menuez, una joven pelirroja que, durante la luna llena, se transforma en un ser bestial que la convierte en prisionera de su propia vida. El guion, escrito por Jae Matthews, se enfoca en los elementos humanos de conexión, sexualidad y libertad. Aunque estos temas elevan este guion desigual a un filme que vale la pena ver, las limitaciones son difíciles de ignorar. “My Animal“, a pesar de todos los esfuerzos de la dirección de Castel, se ve lastrada por su ritmo lento y la falta de sucesos emocionantes.
La historia se desarrolla en un pequeño pueblo de Canadá y sigue a Heather, una adolescente que lucha contra las fuerzas restrictivas de su vida. Su madre, Patti, es alcohólica y su adicción afecta la dinámica familiar. Además, Heather desea unirse al equipo de hockey local, pero su género se lo impide. Dadas estas circunstancias que contribuyen a su vida monótona y asfixiante, no es de extrañar que se sienta atraída por Jonny, una patinadora artística interpretada por Amandla Stenberg. A medida que su relación florece, Heather debe mantener a raya sus instintos animales. Pero cuanto más se acerca a Jonny, más difícil le resulta hacerlo.
A pesar de algunas limitaciones en el guion, “My Animal“ es un debut seguro gracias a sus logros técnicos. El diseño de sonido de Dean Hurley ofrece un ambiente ominoso que se combina perfectamente con la liberación gradual de Heather. La cinematografía de Bryn McCashin también destaca, acentuando la tensión constante presente en cada escena. Estos elementos realzan la visión de Castel, que sitúa a Heather y Jonny en su propio mundo romántico y cautivador. Sin embargo, estos aspectos aislados son mejores que la película en su conjunto, y el desequilibrio evidente puede resultar difícil de ignorar.
En resumen, “My Animal“ es un debut desigual que funciona mejor como una historia de amor adolescente queer que como una película de género intrigante. A pesar de las limitaciones del guion, la película ofrece interpretaciones destacadas de Menuez y Stenberg. Aunque promete ser un cuento de hombre lobo desenfrenado, esa faceta se desarrolla lentamente, lo que resulta en una experiencia de visionado llena de potencial pero con poca ejecución.
Sossis
5
La última creación de la directora Jacqueline Castel, nos ofrece una nueva visión del clásico cuento del hombre lobo. La película se centra en Heather, interpretada por Bobbi Salvör Menuez, una joven pelirroja que, durante la luna llena, se transforma en un ser bestial que la convierte en prisionera de su propia vida. El guion, escrito por Jae Matthews, se enfoca en los elementos humanos de conexión, sexualidad y libertad. Aunque estos temas elevan este guion desigual a un filme que vale la pena ver, las limitaciones son difíciles de ignorar. “My Animal“, a pesar de todos los esfuerzos de la dirección de Castel, se ve lastrada por su ritmo lento y la falta de sucesos emocionantes.
La historia se desarrolla en un pequeño pueblo de Canadá y sigue a Heather, una adolescente que lucha contra las fuerzas restrictivas de su vida. Su madre, Patti, es alcohólica y su adicción afecta la dinámica familiar. Además, Heather desea unirse al equipo de hockey local, pero su género se lo impide. Dadas estas circunstancias que contribuyen a su vida monótona y asfixiante, no es de extrañar que se sienta atraída por Jonny, una patinadora artística interpretada por Amandla Stenberg. A medida que su relación florece, Heather debe mantener a raya sus instintos animales. Pero cuanto más se acerca a Jonny, más difícil le resulta hacerlo.
A pesar de algunas limitaciones en el guion, “My Animal“ es un debut seguro gracias a sus logros técnicos. El diseño de sonido de Dean Hurley ofrece un ambiente ominoso que se combina perfectamente con la liberación gradual de Heather. La cinematografía de Bryn McCashin también destaca, acentuando la tensión constante presente en cada escena. Estos elementos realzan la visión de Castel, que sitúa a Heather y Jonny en su propio mundo romántico y cautivador. Sin embargo, estos aspectos aislados son mejores que la película en su conjunto, y el desequilibrio evidente puede resultar difícil de ignorar.
En resumen, “My Animal“ es un debut desigual que funciona mejor como una historia de amor adolescente queer que como una película de género intrigante. A pesar de las limitaciones del guion, la película ofrece interpretaciones destacadas de Menuez y Stenberg. Aunque promete ser un cuento de hombre lobo desenfrenado, esa faceta se desarrolla lentamente, lo que resulta en una experiencia de visionado llena de potencial pero con poca ejecución.
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