Película indie y off-Hollywood hecha por un director de Nueva Orleans de la que el inefable Al Adamson compró los derechos. Se autopublicita como la primera película moderna de zombies clásicos. Trata de una pareja de recién casados y una no muy lista pero simpática bailarina del vientre que se alojan en la casa de la prima del prota, la cual utiliza ritos vudú para hacer de su fallecido hermano un elegante zombi: lleva esmoquin y todo, el hombre.
Hecha por un grupo de amiguetes con cuatro chavos, no tiene a ningún intéprete conocido y todos van más acartonados que el propio tipo que hace de zombi (el actor del reparto que sin duda cuaja una mejor actuación no haciendo casi nada: Clyde Kelly)
El guion es ridículo, con diálogos parcos y absurdos y situaciones que se supone que son en serio pero parecen salidas de un vodevil o de un clásico tebeo de la editorial Bruguera. Encima, casi media hora de película consiste en la pereja protagonista yendo de bar en bar, y para ser que la peli dura solo una hora (el reto pasa en la misma casa y el mismo jardín) hay planos repetidos para ahorrar presupuesto.
Técnicamente destaca la colorida fotografía y los buenos números de jazz, directamente desde Dixieland, el nefasto sonido (casi no se entera uno de lo que están hablando, y hay incluso eco y vacío en los interiores), la cutre caracterización del pobre zombi (no lo filman en ningún momento más allá de tres cuartos, para que no se le van los ojos bajo la máscara de papier-maché que lleva. Parece un tío haciendo cosplay de Otto, el de los Simpson, aunque se parece más al Michael Jackson decadente que vimos en Men in Black II) El montaje es atroz, con repetición de planos, como ya hemos mostrado, y una cámara que se mueve menos que Don Pimpón en una cama de velcro
Sin embargo es tan rematadamente birriosa que salvo por la aburrida primera media hora, resulta impagable ente divertida: el ridículo hieratismo del reparto, el cutrísimo sonido y música (salvo los números de jazz, claro), ese desdichado zombi en su esmoquin y con sus greñas, que resulta casi entrañable, esa casa decorada tan al gusto sesentero, ese tío cachas tocando los bongos (soy envidioso. Al menos la tía de la danza del vientre estaba buenorra)... Impagablemente ridícula, recomendada a los amigos del bizarrismo más absoluto, para echarse unas buenas risas.
Todo un peliculon de los 60, pero te aburre ya q no es de nuestra epoca actual, o d los 70, 80 o 90 q tambien contamos. El argumento muy bueno pero NADA RECOMENDABLE. Yo la vi por ver no + x q staba aburrido y justo la agarre en la tele, en el canal Retro y aunque sea para pasar el tiempo, quise ver q tal era y aqui tienen mi critica.
Críticas: 3
TANO
4
Una película de zombie vudú bastante baratuna y desconocida, pero que está decentemente hecha y ofrece lo que pretende.
Tenemos a una pareja que va a heredar una mansión y unas tierras, a una prima a la que esto no le hace ninguna gracia (y que curiosamente, es sacerdotisa vudú), y a su hermano muerto al que revive y controla para sus fines nada buenos.
Casi sin efectos especiales, con unas actuaciones algo reguleras y un ritmo con altibajos, la peli sólo vale para completitas del género.
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