Ficha Hagazussa: A Heathen's Curse

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Críticas de Hagazussa: A Heathen's Curse (7)




mahotsukai

  • 11 Feb 2022

9



Interesante y experimental film de horror rural, a cargo del debutante Lukas Feigelfeld.

Los Alpes, siglo XV. Albrun es una pastora solitaria que cuida un rebaño de cabras desde que murió su madre, hace 20 años. Cierto día se percatará de una presencia maligna acechándola que pondrá a prueba su cordura.

Dentro de la nueva y brillante corriente de folk horror y neopaganismo representada con films como “A Field in England” (2013) de Ben Wheatley, “The Witch” (2015) de Robert Eggers, “November” (2017) de Rainer Sarnet y “Midsommar” (2019) de Ari Aster, destacará también la inusual y experimental “Hagazussa - Der Hexenfluch” (2017) del joven estudiante de cine Lukas Feigelfeld y su amigo y productor Simon Lubinski, ambicioso proyecto cinematográfico de postgrado que debió financiar principalmente a través de patrocinios y crowdfunding y que terminaría alzándose como una de las películas más inquietantes y perturbadoras sobre la brujería provenientes del Viejo Continente. Sin embargo, la propuesta del talentoso y novel director austríaco se alejará brutalmente del acostumbrado convencionalismo argumental de gran parte de las películas de horror y se adentrará en terrenos ciertamente experimentales y psicológicos que pondrán a prueba no sólo la comprensión del espectador sino también y derechamente su paciencia, constituyéndose en toda una experiencia difícil de digerir, pero que sin duda vale la pena visionar.

Comúnmente asociada a “The Witch” (2015) de Robert Eggers, es cierto que “Hagazussa - Der Hexenfluch” (2017) comparte algunas similitudes con dicho film, entre ellas podemos nombrar la ambientación naturalista de locaciones muy remotas, una gran preocupación por recrear rigurosamente escenografías, vestuarios, ritos y costumbres ancestrales, la utilización de todo un folclore o tradición sobre la brujería y el culto al diablo, una extremadamente tensa convivencia del cristianismo con una forma de neopaganismo y, por supuesto, el protagonismo de una mujer joven que cuestiona los preceptos de la comunidad a la que pertenece y de la cual se va alejando, supuestamente empujada por algo “maligno”. No obstante, Feigelfeld irá mucho más, reformulando el contexto confrontacional de ambas creencias o religiones y, más aún, traspasando los umbrales de la degeneración psicológica en su personaje protagónico, que harán del film una experiencia realmente asfixiante, desesperante y ciertamente perturbadora, como veremos a continuación.

De esta forma, dividida en cuatro actos a la usanza de las clásicas películas del silente alemán, el guión de “Hagazussa - Der Hexenfluch” (2017) tiene como primer aspecto narrativo la explosiva relación entre cristianos y paganos en la Alemania rural del siglo XV. En el primer acto “Sombras”, la pequeña Albrun vive con su madre aisladas de la comunidad cristiana siendo constantemente acosados y maltratados por éstos, quienes les llaman brujas. Habrá varias secuencias de esta conducta matonesca de los aldeanos contra ellas, pero probablemente una de la más contundentes está precisamente en el prólogo, cuando intentan quemar la choza de estas mujeres. A pesar de algunas muestras contrarias y misericordes como la visita de un médico y una monja al estar la madre contagiada de peste bubónica, Feigelfeld insistirá en el comportamiento pendenciero del resto de la comunidad, como aquellos mocosos que acosan a una adolescente Albrun mientras intenta vender leche de cabra, pero esencialmente por la contradictoria de amistad de Swinda, quien parece ser la única en la aldea capaz de empatizar con la soledad y forma de vida de Albrun.

Un segundo elemento, en consecuencia, es el tratamiento esencialmente crítico y negativo de la ideología cristiana respecto al paganismo. En “Hagazussa - Der Hexenfluch” (2017), título que por cierto significa “Bruja” en Alto Alemán Antiguo (500-1.050 D.C.) el novel director defiende la idea de un paganismo bastante más cercano a la esencia espiritual del ser humano y su relación con su entorno, bastante más flexible y tolerante, poco peligroso en realidad, a diferencia del dogmático e intolerante cristianismo, que sin embargo muesra indicios de provenir de creencias a las cuales detesta y pretende erradicar violentamente. Paradójico si tenemos en cuenta que símbolos como la capilla osárica y la entrega del cráneo de la madre a Albrun por parte del sacerdote, el culto a la muerte en el Medievo, tienen un origen pagano. Sin embargo, lo más perturbador estará en la estructura y exposición de los personajes cristianos, caprichosos, intolerantes e incluso perversos, como dará cuenta la propia Swinda con su deleznable acto de traición, la violación y la destrucción de los recursos ganaderos de Albrun, reflejo de una forma de pensamiento fanático y (auto) destructivo.

Un tercer elemento, por supuesto, es la degeneración psicológica de los personajes principales. Si bien ya en el primer acto nos percatamos de la existencia de un brutal deterioro psicológico en la forma de delirios y manifestaciones de represión sexual en la madre, asistiremos en el segundo acto, titulado “Cuerno”, al desarrollo del mismo proceso de descomposición emocional y psicológica en la hija. Este enfoque, por tanto, demuestra la naturaleza de estudio psicótico de “Hagazussa - Der Hexenfluch” (2017) en el que esta degeneración es consecuencia de la brutal marginación social que sufre la madre y Albrun por sus creencias, tildadas de brujas y consortes del demonio. En ello, este indescriptible rechazo, la salvaje discriminación y violencia social que sufren, así como la soledad constituyen factores decisivos para que la violencia y la (auto) sexualidad vayan liberándose y pavimentando el camino hacia la psicosis de la protagonista, como veremos en el ataque sexual de la propia madre a Albrun y las filias que ésta termina desarrollando, con las cabras.

Pero, ante todo, y como cuarto elemento, “Hagazussa - Der Hexenfluch” (2017) es una historia de resistencia, la desesperada lucha de una mujer por vivir libremente su vida y su alterada psique actuando como una verdadera fiebre enfrentándose a una infección. Luego de ser brutal y literalmente violentada y humillada, Albrun decide vengarse de sus agresores aldeanos, recuperando y/o profundizando nuevamente en sus raíces paganas (sus verdaderas creencias) para poco a poco convertirse en todo aquello por lo cual la detestan y condenan. Así es como Albrun orina y lanza una rata muerta al manantial que alimenta de agua a la aldea (el envenenamiento de las aguas), consume hongos alucinógenos para transportar su mente a otros estados y lugares (el vuelo de la bruja), cocinar inconscientemente el cadáver de su hija en el caldero y comer de él y, finalmente, estar dispuesta a inmolarse (la hoguera), los segmentos “Sangre” y “Fuego”, para no seguir coexistiendo con esa religión inflexible que la considera un monstruo simplemente por concebir el mundo de otra forma, así como lo fue su madre antes que ella.

Dicho lo anterior, es preciso reconocer que “Hagazussa - Der Hexenfluch” (2017) es una película cuya fuerza y encanto no reside en una fácil asimilación de su propuesta narrativa, la cual es extrema, mucho menos en su ritmo que llega a ser demasiado lento y pausado. De hecho, puede ser desesperante a ratos. Sin embargo, es deliberadamente así porque su objetivo es construir una atmósfera opresiva que lleve al espectador a sentir el caos y miedo psicológicos de la protagonista, principalmente a través de un fuerte simbolismo. Así, los “aberrantes” actos de brujería de Albrun, cada uno con una fuerza simbólica tan contundente como perturbadora, los cuales están insertados prolijamente por Feigelfeld en una composición visual con abundancia de planos largos y contemplativos del pasaje alpino donde la fotógrafa mexicana Mariel Baqueiro (“ColOZio”, 2020) con una paleta de colores marrones naturales y verdes que sacan el mejor provecho del entorno natural y, a la vez, hostil de los bosques alpinos, desencuadres y primeros planos sobre formas viscosas como sangre, entrañas y cartílagos humanos. La verdad es que la impresionante propuesta visual del film hace que cueste creer que se trate de la obra de un estudiante.

“Hagazussa - Der Hexenfluch” (2017) es un film con muy pocos diálogos y que deposita prácticamente todo el peso interpretativo de su protagónico femenino Albrun, a cargo de Aleksandra Cwen (“F for Freaks”, 2018). La actriz polaca se echa encima toda la presión y tensión de las interpretaciones haciendose valer prácticamente sólo de movimientos faciales y corporales para construir un personaje muy complejo y depresivo. Le acompañan Celina Peter como la pequeña Albrun, Claudia Martini (“Días de Perro”, 2001) como la madre de Albrun, Tanja Petrovsky (“Coming Of Age”, 2011) como Swinda, Haymon Maria Buttinger (“Antes del Amanecer”, 1995) como el pastor, Franz Stadler como el sacerdote, Killian Abeltshauser como el granjero, Gerdi Marlen Simonn como la pequeña Martha, hija de Albrun, Thomas Petruo (“La Historia Sin Fin”, 1984) como el médico y Judith Geerts como la monja.

Gran parte de la notable atmósfera asfixiante y opresiva del film se debe a la impresionante banda sonora del dúo griego de dark, MMMD. Con una partitura esencialmente oscura minimalista y, por tanto, ambientalista, el soundtrack refuerza eficientemente la idea de una atmósfera física y psicológica acechada por algo siniestro que inunda cada minuto y cada metro que recorremos. Las notas de pedal y el uso predominante de bajos y contrabajos son claves en esta perturbadora experiencia musical.

La película se estrenó en Austin, Texas en el Fantastic Fest el 22 de septiembre de 2017, siendo también proyectada en el BFI London Film Festival y en el Brooklyn Horror Film Festival. Su estreno en cines se concretó en Alemania el 17 de mayo de 2018 y en Estados Unidos el 19 de abril de 2019.

Además, fue premiada en los Diagonale 2018 a la mejor fotografía y mejor diseño de sonido; en los First Steps 2018 a la mejor película y a la mejor fotografía Michael Ballhaus; y los Premios de la Crítica Cinematográfica Alemana 2018 a mejor fotografía y mejor ópera prima.

En resumen, una verdadera experiencia opresiva y perturbadora, no apta para cualquier público y que tiene sus mayores méritos en su factura experimental visual y una narrativa que somete a prueba la percepción y asimilación del espectador.



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CORROSIVO

  • 20 Jul 2021

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Ni terror gótico, ni folk horror, ni nada parecido. La realidad es que estamos ante un aburridísimo ¿dramón de época? que nos muestra la vida de una aldeana reprimida, marginada y obsesa sexual (risas). Por ello es tachada de bruja por sus vecinos, al igual que hicieron con su madre. Imagino que esto último es para darle algo de interés a este infame título, porque de brujería tiene entre poco y nada.

Planos largos, casi eternos, escasez de diálogos, excesiva duración y una historia que no lleva a ningún sitio, hacen de este film algo soporífero y totalmente prescindible.



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MORNINGSIDE

  • 23 Mar 2020

3


Buufff. Hay que tener en cuenta que es el trabajo de fin de carrera de un estudiante de cine, pero por ese mismo motivo, se le puede perdonar ese exceso de planos oníricos, facturados con una fotografía casi fija y a cámara lenta. Visualmente es una película estupenda, podría haberse hecho 20 minutos más corta al prescindir de ciertos planos que se hacen eternos y podrían haberse hecho más cortos. En cuanto a la historia, puede interpretarse bien que efectivamente esa saga de mujeres, padece una maldición, que pasa de madres a hijas, que no sabemos si realmente son fruto de una relación con el diablo o de una violación perpetrada por algún lugareño, o bien más bajo mi punto de vista, nos retrata la caída en la locura de una persona aislada del resto de sus congéneres y con el sambenito de ser una bruja. La alienación que provoca el enfrentarse sólo ante sus más oscuros miedos. Vista con un poco de perspectiva, no es una película normal y como tal debe enfrentarla uno, hay que tener presente que es un trabajo académico y como tal es una sucesión de planos muy trabajados, un gran trabajo de comunicación no verbal y expresión corporal por parte de la actriz protagonista y una historia muy básica y sencilla, contada con excesiva ampulosidad. Como bien decía el gran Clint Eastwood, ¨Puedes pegarme, puedes tirarme al suelo, incluso escupirme y mearme. Pero, por favor, no me aburras¨. Con la perspectiva que otorga el haber podido rumiarlo durante un día, voy a subir la nota a un tres.



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Tenebrae

  • 22 Mar 2020

4


Dos años después del estreno de The Witch, nos llega otro relato gótico de brujas esta vez desde la mismísima Centroeuropa. El subgénero de la brujería está muy poco explotado y ciertamente infravalorado en una época dominada por los fantasmas, las posesiones y, sobre todo, los “jumpscares”. Llama la atención encontrar una película de brujería ambientada en la antigua región germano-austriaca, pero ¿de verdad era necesaria una película así?
Dividida por capítulos, como otras grandes obras del cine independiente, a lo largo del metraje seguimos de cerca el día a día de Albrunn, una joven que vive marginada de su comunidad. El primer capítulo, sombras o “Schatten”, prometía una película oscura y perturbadora. Lamentablemente el ritmo exageradamente lento juega en su contra. Escenas con planos fijos y absoluto silencio, a veces acompañadas por una banda sonora repetitiva que lejos de producir angustia o escalofríos, nos ofrecen excelentes momentos para bostezar o desconectar.
No cabe duda de que la fotografía, la ambientación y todo el trabajo de producción posea una factura impecable. No obstante, creo que peca de atmosférica y los extremos nunca han sido buenos. Puedo permitir cabos sueltos, escenas oníricas, personajes fríos e incluso un ritmo pausado, pero que la trama de la película pueda resumirse en cinco escenas contadas y que todo lo demás sean planos artísticos sin mucho más que aportar deja mucho que desear.
Hagazussa es como un cuidado y precioso papel de regalo vacío, un producto que ha invertido mucho más en la forma que en el contenido.



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juampis99

  • 11 Apr 2019

--


Seria muy imprudente de mi parte catalogarla como buena o mala, ni darle un puntaje, por mi parte digo lo que vi con mi humilde opinion ya que para entenderla completamente me deberia tragar 6 años de psicologia en la facultad y estar super preparado mentalmente, y yo con las pavadas que veo, estoy a mil años luz de entenderla. ahora digo lo que vi y repito, es mi humilde opinion, la pelicula es tetrica, gris y sin vida, pero tambien siniestra ( de algun modo ) y un tanto llamativa, ya que, a pesar de su lentitud no me aburrio en ningun momento pero tampoco me gusto o dejo de gustar, no se, juzguen por ustedes mismos, aca hay una critica que es bastante acertada y no es la mia, critica invalida.. Gracias.



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Gilles De Rais

  • 12 Dec 2018

1


Yo respeto a todo el mundo, pero también me gusta que se haga lo mismo conmigo. Y es que esta es de esas pelis que se pueden ver desde prismas bien distintos. Pudiendo incluso considerarla una auténtica maravilla. Pero vayamos por partes: Esta peli tiene algo que, por lo menos para mí, es totalmente imperdonable. Y es que casi toda su segunda mitad es tan aburrida, que produce hasta agonía el poder terminar de verla. Y yo, particularmente, lo que más me pierde por el lado negativo a la hora de ver cine es el aburrimiento. Y ésta en ese aspecto se merece un Óscar. Pues de verdad que su segunda parte, más aburrida es imposible. La fotografía es espectacular, eso es innegable. Pero yo solo quería entretenerme un rato, y no pasarlo mal del hastío que me ha producido sus interminables 98 minutos. Y eso que empieza bien. Pero poco a poco, de manera progresiva, la peli va decayendo. Llegando casi a la hora, y a partir de ahí... Menudo coñazo de peli, xd...



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El loco de la colina

  • 29 May 2018

6



Pelicula gotica alemana basada en folclore y leyendas paganas del medioevo centroeuropeo, que represento el trabajo de graduacion en cine de un joven director que tuvo que recurrir a las ayudas de terceros para financiarla.
El titulo hace referencia al termino con que se conocian a las brujas en los paises germanos en aquellas epocas.
Rodada en un sobrio blanco y negro, la pelicula presenta a Albrun, que lleva una vida solitaria en una triste cabaña alejada del pueblo con su madre y son vistas con recelo por la gente en un siglo 15 lleno de supersticiones.
Una vez muerte la madre, Albrun crecera escuchando voces y experimentando visiones.
La cinta tiene una fuerte carga onirica, el metraje es lento y se abusa de planos estaticos, largos, mudos que crean una sensacion de ambiente hechizado y malsano.
El final, que no aclara nada de lo visto, deja en al aire si la tal Albrun sufre de locura o si la realidad es mas siniestra de lo que parece.
Cuento gotico pagano recomendable.



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Críticas: 7


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