Película que tiene lugar durante la Segunda Guerra Mundial y justo cuando los aliados están a punto de expulsar a los nazis del norte de África, un grupo de sus mejores pilotos de combate debe enfrentar a un conjunto de dragones que los enemigos tenían como último recurso.
La mayoría de la trama no tiene mucho sentido, empezando por los metrajes nazis que no lucen para nada antiguos y, principalmente, el as bajo la manga de los nazis: dragones, obtenidos luego de tomar posesión de un conjunto de huevos de los cuales han nacido las bestias y que son manipuladas (mediante cánticos!) en el desierto por hechiceras de bella apariencia.
Los efectos CGI no son los mejores pero las escenas de batalla entre aviones y dragones funcionan bien, sin entrar en detalles.
Las pequeñas y simples escenografías ajustadas al presupuesto son originales, como el barrio árabe nocturno del norte de África o los escondrijos nazis de madera en el desierto.
El reparto hace lo que puede y al no poder contar con un Dwayne Johnson, un Mark Wahlberg o algún actor inalcanzable económicamente, tenemos que conformarnos con actores ignotos de imagen medianamente o bastante llamativa (en el caso de las actrices), que respetan sus diálogos discretamente.
Tiene seguramente terribles fallas históricas o de otra índole, además de un romance poco interesante y el final que guarda alguna sorpresa.
Película estrafalaria de bajo presupuesto, que deja preguntándose al espectador cómo el tal Mark Atkins se atrevió hacer esto.
Las agallas de los realizadores y el no tan escaso dinero invertido convierten a ¨P-51 Dragon Fighter¨ en una rareza absurda que bien podría no dejarse de pasar por alto.
Gerpro
3
Película que tiene lugar durante la Segunda Guerra Mundial y justo cuando los aliados están a punto de expulsar a los nazis del norte de África, un grupo de sus mejores pilotos de combate debe enfrentar a un conjunto de dragones que los enemigos tenían como último recurso.
La mayoría de la trama no tiene mucho sentido, empezando por los metrajes nazis que no lucen para nada antiguos y, principalmente, el as bajo la manga de los nazis: dragones, obtenidos luego de tomar posesión de un conjunto de huevos de los cuales han nacido las bestias y que son manipuladas (mediante cánticos!) en el desierto por hechiceras de bella apariencia.
Los efectos CGI no son los mejores pero las escenas de batalla entre aviones y dragones funcionan bien, sin entrar en detalles.
Las pequeñas y simples escenografías ajustadas al presupuesto son originales, como el barrio árabe nocturno del norte de África o los escondrijos nazis de madera en el desierto.
El reparto hace lo que puede y al no poder contar con un Dwayne Johnson, un Mark Wahlberg o algún actor inalcanzable económicamente, tenemos que conformarnos con actores ignotos de imagen medianamente o bastante llamativa (en el caso de las actrices), que respetan sus diálogos discretamente.
Tiene seguramente terribles fallas históricas o de otra índole, además de un romance poco interesante y el final que guarda alguna sorpresa.
Película estrafalaria de bajo presupuesto, que deja preguntándose al espectador cómo el tal Mark Atkins se atrevió hacer esto.
Las agallas de los realizadores y el no tan escaso dinero invertido convierten a ¨P-51 Dragon Fighter¨ en una rareza absurda que bien podría no dejarse de pasar por alto.
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