Esta si que es cansina y repetitiva donde no muestra nada en el genero, si no una forma de cine que anticuado ya estaba en esta epoca. Con el mismo presupuesto moderado, otra historia de crimenes terrorificos con una especie de banda de freaks, un mad doctor y un ayudante con chepa que se esfuerzan en derrotar a un Santo que pocas veces sale de los decorados de interiores, otra vez pluriempleados, con un arma supuestamente mortifera y mas barata que la maquina del tiempo de ¨Santo en el hacha diabolica¨. Aqui meten algunos zooms de camara raros por decir alguna novedad, porque por lo demas hasta en la direccion de arte es mas baja de lo habitual, donde aqui los elementos decorativos si que estan mezclados, al igual que su trama que se va por otros caminos haciendose una mas de cine de barrio de lo mas infecto.
Críticas: 2
bigladiesman
5
[Como siempre apunto, en las críticas de películas de luchadores un criterio distinto respecto al resto de productos cinematográficos, calificándolas dentro del subgénero, que no es que sea una maravilla, pero es una debilidad personal]
Tenemos lo de siempre: Mangurrinas a mansalva, argumentos de peli de terror de la Monogram, gadgets bondianos, malosos en plena histeria (un cierto Mario Orea como el villano principal y el ex-luchador Frankenstein como un vendedor mariposón destacan especialmente), humor chabacano, canciones insípidas de las que más vale pasar, diálogos memorablemente delirantes... La saga va alcanzando su madurez.
Y es Rafael García Travesi, autor de varias de las historias más divertidas de la saga, el que se encarga de traernos este tebeo (¡Santo se pone unos disfraces que ni Mortadelo!). Sin embargo, debido a que en esos momentos las pelis de Santo eran aún episodios de serial puestos uno tras otro, la acción sufre varios altibajos, la trama se deshilacha en exceso y el producto final se resiente muy gravemente de ello. Las peleas esta vez se hacen algo largas y repetitivas.
Técnicamente, a destacar los particularmente abismales e hilarantes FX – en especial una peluca que corre sola – y un invitado especial muy conocido en España haciendo sus gorgoritos y componiendo piezas: un joven Armando Manzanero, popular crooner aún hoy día.
Qué os diré, es bastante desigual: en algunos momentos es tan hilarante y divertida como lo mejor/peor de Santo y dos minutos después aburre hasta a las ranas: es una película que se puede comparar al ciclista que va especulando durante la etapa, lanza algunos sprints para ganar puntos en las metas volantes, pero se conforma con ser segundón. Resultado: los impacientes ya están haciendo la siesta al cuarto de hora. He aquí, creo que lo he explicado bien.
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