Al rato de esta viendo la cinta senti inconscientemente que veia ¨nymphomaniac¨, pero algo alterada, donde en una se trataba el tema del sexo, en la que nos ocupa se discurre sobre los asesinos seriales.
Y es que no se puede negar la autoria de ambas peliculas de L V. Trier, director particular que es reconoscible por una serie de rasgos que estan presente en casi todos sus trabajos, y que por esto mismo, es odiado por algunos y venerado por otros.
Esta pelicula venia avalada por buenas criticas, por ejemplo del festival de Cannes, cuyo publico no esta acostumbrado a estos deslices sangientos, y muchos abandonaron la sala escandalizados.
Sea como fuere, a mi no me ha terminado de convencer esta incursion en la vida de un maniaco, que se describe a traves de una serie de cuadros de sus ¨hazañas¨, mientras habla con una voz en off.
M. Dillon, que uno lo ve y parece que lo esta viendo en aquella cinta del 92 ¨solteros¨ (es increible lo poco que ha envejido este hombre), hace de Jack, un personaje despreciable, inclasificable, que no se sabe si esta loco o simplemente es asi..frio y muerto como una hoja de acedera.
A la par de recorrer partes de su vida, el director-como habitualmente hace-intercala fragmentos alegoricos, de los cuales no queda claro cual es su significado o incluso su relevancia en la cinta; G. Gould tocando el piano, imagines oniricas, incluso fragmentos de otras peliculas del director..
Irritante son particularmente las conversaciones o monologos en off del protaginista sobre filosofia barata, frases que se exprimen y no expresan absolutamente nada pero que quedan muy bien para aderezar el guion.
Solo destacaria el final de la historia, una bajada literal de Jack a los infiernos, ejercicio de alegoria bien plasmado por el director que comienza con la construccion truculenta de la casa a la que, supongo, hace referencia el titulo..
¨La casa que Jack construyó¨
Para empezar, es cierto que ésta película no está hecha para personas con el estómago sensible. Pude disfrutar de esta joyita durante la II Edición de Cine Fantástico de Canarias Isla Calavera, celebrada en Tenerife .
Tras ver otros films del ¨polémico¨ Lars Von Trier, sabía que me disponía a ver una rareza de 3 horas. Esta vez nos invita a simpatizar con Jack (Un soberbio Matt Dillon) que nos cuenta cuatro distintos ¨Incidentes¨ en distintas épocas y en las cuales nos muestra la perfección que va generando con sus múltiples asesinatos (más de 60).
Esos asesinatos los convierte en Arte a través de la fotografía. En algunas ocasiones, me sentía incluso mal por reírme ante situaciones macabras, como por ejemplo el TOC que sufre el protagonista y que le hace volver al lugar del crimen hasta dejar la escena impoluta.
Impresionante ese diálogo (voz en off) que mantiene Jack con el personaje de Bruno Ganz y ese paseo mientras descienden al infierno (¿de Dante Alighieri?)
Horrible ese flashback, donde de crío le corta con tijeras de podar la pata a un patito, esa excursión que realiza con una madre junto a sus dos pequeños hijos, ver como le abren la cabeza repetidamente a Una Thurman llega a ser desagradable y esto sólo por mencionar algunas escenas para culminar con el resultado después de tanto esfuerzo para conseguir construir la casa de sus sueños (salida de tus peores pesadillas).
No me gustaron los constantes movimientos de cámara que me llegaron a marear.
Por cierto, en dicho festival se llevó los premios a Mejor Guión y Mejor Actor de Reparto.
Críticas: 23
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salu
8
Me gustó los recursos narrativos como bandera es una película violenta no tanto como para no verla completa no es Holocausto canival y similares.
Es un mundo super sensible tenemos a Lars un tipo con cierta mala leche era para tanto la polémica ? Eso depende de cada persona
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