En tanto que productor americano de la película, James Nicholson de American International montó un gimmick a lo William Castle: a cada espectador se le entregaba un saquito de sal y un prospecto con supuestos conjuros para librarase del miedo que iban a pasar.
bigladiesman
En tanto que productor americano de la película, James Nicholson de American International montó un gimmick a lo William Castle: a cada espectador se le entregaba un saquito de sal y un prospecto con supuestos conjuros para librarase del miedo que iban a pasar.
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