Buen capítulo que comienza sin entenderse mucho de su trama, una chica despierta sin saber que está ocurriendo, es perseguida por enmascarados, y lo más loco es que otras personas la van filmando mientras quiere huir, el desarrollo tiene suspenso y un final muy bueno donde se explica el porqué del accionar de las demás personas.
Episodio: ¨Black Mirror: White Bear¨ (2013).
Tremendo segundo capitulo de esta segunda temporada que muestra la historia de una chica que despierta en una casa sin recordar nada y al salir a la calle se ve rodeada de gente que intenta matarla y otros que graban sin hacer nada más que verla. La historia en un comienzo es algo enredada, pero ya en la recta final da un giro realmente espectacular y que explica el porque de todo lo de esta chica. Buenos diálogos, tiene coherencia con lo que busca presentar. Actuaciones aceptables. Buenos personajes. El ambiente es completamente adecuado. De ritmo esta bastante bien.
Mi puntuación para ¨Black Mirror: White Bear¨ es 7 de 10 posibles, junto al último capitulo de la primera temporada comparten el honor de ser los más decentes en cuanto a historia, desarrollo, giros y coherencia, un tremendo argumento que sin caer en terror, muerte, violencia o sangre, se disfruta en su totalidad. Recomendado.
Tabo.
De los que llevo vistos, sin duda Oso Blanco es el mejor capítulo que he visto hasta ahora de Black Mirror.
En él, la protagonista despierta con amnesia en un extraño pueblo y comienza a ser perseguida por un grupo de personas que llevan máscaras, mientras que un segundo tipo de personas no dejan de seguirla echándole fotos. El capítulo tiene una atmósfera muy atrayente, con cierta influencia de las películas de zombis o la novela Cell de Stephen King, y el final resulta totalmente inesperado y acertado.
Esto sí es un buen capítulo. Merece la pena.
Críticas: 4
Miguel Arkangel
6
Victoria despierta desconcertada y sin recordar quién es. Despierta en un lugar donde casi todo está controlado por una “señal de televisión”. Es atacada violentamente y sin razón y junto con algunas de las pocas personas que aparentemente no se ven afectadas por la “señal” deben intentar destruir el transmisor, llamado “Oso Blanco“.
“Black Mirror” carga una vez más en contra del morbo y sadismo de la sociedad contemporánea, de la cobertura mediática sensacionalista y amoral de asesinatos, de la desensibilización ante la violencia, mostrada deshumanizadamente como mero entretenimiento, y los conceptos de justicia y castigo reemplazados por la venganza primitiva.
El episodio contiene un giro importante al término de su segundo acto, lo que requiere que uno reevalúe todo lo que vio antes. “White Bear” no rehúye la oscura tendencia humana de alegrarse por el sufrimiento de otro; frente a un crimen grave, no hay “rehabilitación” posible, sólo un cruel y despiadado castigo, para deleite de las masas.
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