Ficha The Tattooed Swordswoman

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Críticas de The Tattooed Swordswoman (2)




Mad Warrior

  • 24 Jan 2021

6



Dos clanes yakuza enfrentados, crueldad samurái, sangrientos deseo de venganza, teatros de espectros y bestias fantasmales...
Cuentos de pura ebullición fantástica que nos arrastran a pliegues alucinatorios alejados de la realidad. Todo ello nos aguarda aquí en ¨Hichirimen Bakuto¨.

En 1.973, Toshiya Fujita adaptaba el célebre cómic ¨Shurayuki Hime¨ de Kazuo Koike escogiendo a una Meiko Kaji que doblaba su popularidad en la década encarnando a Yuki, antiheroína definitiva de la ficción feudal; para aquellos que tengan conocimientos de cine japonés (sobre todo del enmarcado en terrenos ¨exploitation¨) este personaje ya mítico les recordará al de Akemi Tachibana, especie de prefiguración que la propia Kaji interpretó unos años antes, en su primer papel protagonista, cuando aún estaba empezando a hacerse un nombre como mujer dura y rebelde gracia a la saga ¨Stray Cat Rock¨.
Asume liderar un plantel de conocidos de la serie ¨B¨ en la que será la obra con la que inicie los años 70 el director Teruo Ishii, otro rebelde e inconformista de las filas de Nikkatsu cuya fértil imaginación y delirante estilo podría equipararse al de Seijun Suzuki o, por ejemplo, Nobuhiko Obayashi, si bien él se mantuvo muy ligado a la faceta más brutal de la serie ¨B¨ (tanto que se volvió un especialista de las ¨roman porno¨ incluso antes de que se popularizaran en género como tal); y junto a Chusei Sone concibe la tercera parte de la saga ¨Nobori Ryu¨, iniciada por él un año antes (ciertamente extraño, pues la protagonista era Hiroko Ogi...).

Si el espectador se propone un ejercicio de desvinculación absoluta entre el prólogo y el resto del metraje podrá poner el talento de Ishii al mismo nivel que el de Kenji Misumi o Hideo Gosha; este inicio nos muestra un espectáculo épico que arrolla nuestros sentidos con una composición escénica, manejo de los elementos físicos y atmósféricos, con un diseño artístico de Akiyoshi Satani, fotografía de Sei Kitaizumi y música de Hajime Kaburagi soberbios. Un combate a espadazo limpio bajo una lluvia incesante donde con cada corte litros de sangre saltan y acaban mezclados con el barro y el agua, todo filmado a cámara lenta.
El espíritu de Kurosawa está evidentemente impregnado en cada plano y encuadre, y hay que decir que, de haber mantenido la película el nivel de esta introducción, tendríamos en nuestras manos uno de los mejores ¨chambaras¨ jamás realizados. Pero esa no es la intención del director, quien a poco que puede nos confunde: un gato aparece en escena y lame la sangre de una chica herida en la cara por Akemi; todo es, claro, un sueño de ésta, que cumple condena en una prisión femenina donde se presenta ante sus compañeras como la sucesora del poderoso clan samurái-yakuza Tachibana.

Y de aquí saltamos al cuento de Ishii, ubicado en una pintoresca y sumamente anacrónica era Taisho (o vaya usted a saber cuál), sacada de una viñeta, enlazando de este modo con los desvíos indescriptibles que decide tomar y los personajes que nos serán presentados poco a poco. El escenario se prepara para una guerra de familias, los Tachibana y el jefe de los Dobashi, quienes cuentan con un traidor en la primera; todo podría seguir senderos de ¨jidai-geki¨ convencionales, pero el cineasta, cual Suzuki, dinamita el género y se burla de él introduciendo grandes dosis de humor negro, estallidos de espontaneidad visual y su acostumbrada concesión al delirio.
Para ello sitúa en el pueblo de la seria Akemi (a quien ya no veremos luchar en ningún momento hasta el final) una feria con inenarrables espectáculos de magia y la confronta con individuos como el jefe de otro clan itinerante (que parodiando el estilo Taisho, con bombín y medio vestido de cintura para abajo, ofrece una imagen bastante bizarra), una experta lanzadora de cuchillos ciega que presta sus servicios a Dobashi o un jorobado ayudante de ella. Sobre todo por culpa de éste personaje la historia, que en esencia no es nada del otro mundo y cuya mayor ¨sorpresa¨ ya la sabemos desde el principio (la identidad de la ciega Aiko) se desarrolla en las más anormales bifurcaciones.

Mientras se desata una cruenta guerra de poder unida a una venganza (con sus intrigas, traiciones, chantajes, secuestros y sucesión de muertes de manual), la intermitente presencia de un gato negro y el reverso más aberrante que se oculta tras la feria callejera allí instalada abre una brecha hacia la oscura fantasía y el horror de corte fantasmal acercando esta ¨Hichirimen Bakuto¨ a los cuentos sobrenaturales de Nobuo Nakagawa, Tokuzo Tanaka o Kaneto Shindo, aunque despojándola de toda elegancia y apostando por lo grotesco, lo surrealista y lo visualmente y chocante, donde Ishii se perfila como un auténtico maestro.
Trucos de luces y colores, escenarios imposibles, concesiones ¨kitsch¨, apariciones espectrales e indigesta violencia, todo parece valer para este loco obsesionado con la forma y la estética distanciándose de cualquier lógica narrativa; ni siquiera aporta algo el ¨romance¨ entre Tani y la joven Chie, interpretados por unos simplemente decentes Makoto Sato y Yoko Takagi. Ni siquiera resulta satisfactorio ese esperado duelo entre la buena Hoki Tokuda y una Meiko Kaji arrolladora aunque algo limitada y con falta de experiencia en papeles más serios; pero ésta prestará su preciosa voz para el tema principal de la película.

Sí destaca el artista Tatsumi Hijikata, fundador de la danza butoh a finales de los años 50 en su rol del jorobado Ushimatsu, de lejos el mejor personaje de esta rareza mitad ¨thriller¨ de yakuzas, mitad ¨jidai-geki¨ y mitad cuento de terror, visualmente increíble aunque narrativamente hueca que nunca se sabe por dónde va a encaminarse, pero seguro entusiasmará a los fans del ¨exploitation¨ nipón más bizarro.
Al menos cuenta con uno de los prólogos más impactantes (y, ¿por qué no?, visualmente bellos) que un servidor ha tenido el placer de ver en un film de samuráis. Ojalá todo hubiera estado al mismo nivel...



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ragman

  • 30 Apr 2018

6


pelicula japonesa con meiko kaji como protagonista,me gusto la raiz de la venganza de la ciega hacia los espadachines tatuados,buenas dosis de accion,musicalizacion acorde,ese aire a la nostalgia oriental, una joyita altamente recomendable del pais del sol naciente.
un final aceptable.



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