Esos últimos cinco minutos son muy buenos pues ratifican mi forma de pensar al respecto. O sea: Si Dios es Todopoderoso, con una mínima señal que te de, habría que ser muy tonto para no seguirle. Pero no, por lo que se ve: o está siempre demasiado ocupado para ello, o es sordo y ciego, o simplemente es que no existe... sin más. La peli me ha encantado, a pesar de no considerarla demasiado buena que digamos. Pero toca el tema del satanismo tal y como a mí me gusta. Con un elegido (Germán Robles) que hace un auténtico papelón. Menudo porte se gasta este tipo en la peli: todo vestido de negro, con sombrero de copa incluido. Esa barba arreglada y esa cara de auténtico psicópata, que solo con su presencia el film ya se aprueba él solo. Encima, al empezar su último tercio, tenemos una mini secuencia de lo más blasfema que haya visto: una chica es sacrificada en un altar, le es arrancado su corazón, y el ¨bueno¨ de Germán hace hostias consagradas con él y las reparte en un cáliz decorado con cruces invertidas... vaya fenómeno... Es cierto que al principio del film, cuando hace que el ciego vea, nadie le da la más mínima importancia o relevancia. Y esto desde luego no beneficia a la peli, pero yo solo me quedo con los 84 minutos que se me han hecho muy cortos de lo que me ha gustado.

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Modesta película que es mala y tiene muchos fallos. Una de las muchas cintas mexicanas de un estilo cutre, sui generis y con historia plagada de incoherencias. Como curiosidad resulta pasable, tiene alguna escena hilarante por lo absurdo y moralista. El buen Germán Robles hace bien su papel y viene a ser lo más rescatable de todo.

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