Lo que más me ha llamado la atención, es que parece ser que era una serie de la época. Una peli dividida en tres capítulos. Pero eso sí; pasa por una peli convencional sin problema alguno. Y me ha gustado mucho. Tiene algún que otro gazapo muy común en aquella época, como por ejemplo: El hijo del hijo del Nostradamus de toda la vida ( profeta y vampiro al mismo tiempo, según nos cuentan ), cada vez que se ve en peligro se convierte en murciélago. Y cuando realmente lo necesita, pues sale corriendo cual ser humano normal haría. Este tipo de fallos me hacen bastante gracia. Hoy en día, esto sería algo imperdonable. La trama está muy bien llevada con eso de que se tiene que cargar a 13 personas según ciertas cábalas. E incluso tenemos algo de terror gótico, en las dos ocasiones en que nos encontraremos en ese castillo donde el Nostradamus de siempre reposa en paz. Para mí desde luego, la peli está muy bien. Siempre he dicho y mantenido, que el mejor cine de terror de por entonces, y con infinita diferencia, de países de habla hispana; eran el español - con, por ejemplo; nuestro querido Paul Naschy, y el mexicano.
Los Estudios América fueron a por todas, y en lugar de resumir un serial de 12 episodios en una sola peli, lo convirtió en un nuevo serial cinematográfico de más de 5 horas dividido en 4 episodios, cada uno correspondiente a una saga. Esta es la primera de ellas, en la que un vampiro descendiente de Nostradamus - se especula en la serie que todas sus porfecías se cumplían por su voluntad y la de sus descendientes - inicia un conjunto de asesinatos en serie particularmente peculiares y sádicos (causa catalepsia en su primera víctima para que sufra cómo lo entierran vivo y se va muriendo). El villano causa cierta simpatía debido a que los protagonistas son unos fanáticos empiristas descreídos, tanto como él lo es de lo sobrenatural y lo maléfico. Con estos dos bandos tan beligerantes, el lío está servido.
El Drácula asturiano Germán Robles hace una buena actuación como el villano Nostradamus: retorcido, vanidoso, astuto y con un considerable sadismo que quiere disimular, como pasa con muchos vampiros de peli, su cobardía e inseguridad, pues en realidad temen a cualquier mortal con un gramo de cerebro. En el reparto también destaca el nombre de Grek Martin, en realidad Jack Taylor, actor norteamericano que se convirtió en una figura de culto del cine fantástico en México primero y en España después, apareciendo también en algunas destacadas producciones americanas rodadas en Europa o México (habiendo trabajado con nombres tales como su director fetiche, Jess Franco, y estrellas como Joseph Mankiewicz, John Millius, Roman Polanski o Milos Forman. Sigue en activo). Es aquí cuando surge el primer problema de la peli: los héroes tienen menos carisma que Nobita en un mítin de Alfonso Guerra. Aunque hay buenos nombres, como el veterano y parece que muy famoso por esos lares Domingo Soler, el guion no les da oportunidad de lucirse mucho. A veces parecen incluso tontos. El personaje de Soler es tan estúpidamente orgulloso dadas las condiciones que da el villano que casi se puede decir que es co-responsable de la ola criminal de Nostradamus.
Ya que lo hemos sacado, el guion de esta primera saga de las fechorías de Nostradamus es bastante repetitivo, lo que con los nefastos FX componen un buen producto en líneas generales, pero extremadamente mejorable. Por otro lado, acusar al pacífico farmacéutico Michel de Nostredame de ser un malvado no me acaba de gustar, pero esto es inofensiva ficción, y además entretiene, así que se les perdona la licencia a los guionistas.
Realmente lo deja a uno con ganas de más. A por la segunda parte se ha dicho.
Sin ser nada del otro mundo, estamos ante una decente y poca pretenciosa historia de vampiros, para su época esta bien, puede que se haga un poco reiterativa por momentos y que nos encontremos un vampiro que no influye nada, sobretodo al querer utilizar el nombre de Nostradamus para esta historia ya que nada tiene que ver.
Críticas: 4
Miguel Arkangel
6
El hijo (o el nieto, nunca me quedó claro) de Nostradamus, que se ha convertido en vampiro, jura obligar a un reconocido profesor racionalista, que predica contra toda superstición, a reconocer el poder de la magia negra y el mérito de su famoso ancestro. Para alcanzar su malévola venganza decide asesinar a diversas personas hasta que el sabio profesor admita públicamente la existencia de lo sobrenatural.
¨La maldición de Nostradamus¨ es el primero de cuatro largometrajes editados a partir de doce capítulos de una serie de terror mexicana de inicios de los 60s, dirigida por Federico Curiel (un director esencial del cine fantástico mexicano) y protagonizada por el entrañable Germán Robles, como el vampiro, con sombrero de copa, barba de chivo, capa aristocrática, y con un asistente jorobado, por supuesto.
Hay una estupenda ambientación gótica, una trama pulp, tenemos a Domingo Soler y a Julio Alemán, el vampiro al parecer no necesita chupar sangre para alimentarse (solo lo hace como método para matar), para un largometraje que suma al maravilloso cine fantástico mexicano clásico.
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