Intento totalmente fallido de hacer una versión cinematográfica de “El mago de Oz“ de 1939, llena de malas canciones y peores actuaciones.
Tip es un niño que logra crear un hombre-calabaza que cobra vida gracias a la magia de la malvada bruja Mombi, quien quiere convertir a Tip en una estatua.
El niño y su nuevo amigo, llamado Jack, escapan a la tierra de Oz y allí se unen al Espantapájaros y al Hombre de Hojalata para formar su propio ejército contra una revolución en la Ciudad Esmeralda.
Con la historia basada en el famoso cuento de L. Frank Baum, hay que preguntarse si a los niños realmente les agradaría que esta película haya sido un musical, con canciones tristes y aburridas.
Los personajes son mayormente mal interpretados, los hay inexpresivos, como Jack el “Cabeza de Calabaza “ y los hay de papel maché, como la vaca o la criatura-vehículo volador hecha de sofás, la cabeza-trofeo de una criatura del bosque de Oz (Gump) y las hojas de palma que funcionan como alas (más un poco de magia).
Las actuaciones son malas casi en su totalidad, pero la de Tip (Channy Mahon, hijo del director Barry Mahon) es una lamentable actuación y le va peor como cantante, pues también tiene que cantar al respecto de lo que sucede en algunas de sus escenas.
Muchos personajes tienen su momento lírico, como la bruja Mombi, Glinda “La Buena“ o el ejército de “chicas-azafatas“ al mando de la General Jinjur, que han tomado Ciudad Esmeralda (una ciudad reducida en tamaño y presupuesto respecto a la ciudad de la -supuesta- primera y épica parte del año 1939).
El vestuario y maquillaje son mediocres, excepto los del espantapájaros y el Hombre de Hojalata, los más “cercanos“ a la joya de Victor Fleming de treinta años atrás.
Los decorados son modestos y básicos, entre deprimentes y minimalistas. Hay algunas escenografías de tipo escolar baratas y que son de papel o madera pintada y hay otras mucho mas acertadas, como partes de las calles de Ciudad Esmeralda o el Camino de baldosas amarillas.
Película infantil pensada para ser proyectada en las sesiones matinales de aquellos años, con Barry Mahon como culpale de este crímen cinematográfico aburrido.
“The Wonderful Land of Oz“ es sólo recomendable para completistas de “El Mago de Oz“ (de Victor Fleming) y que gusten de lo bizarro y lo perturbadoramente malo.
Gerpro
3
Intento totalmente fallido de hacer una versión cinematográfica de “El mago de Oz“ de 1939, llena de malas canciones y peores actuaciones.
Tip es un niño que logra crear un hombre-calabaza que cobra vida gracias a la magia de la malvada bruja Mombi, quien quiere convertir a Tip en una estatua.
El niño y su nuevo amigo, llamado Jack, escapan a la tierra de Oz y allí se unen al Espantapájaros y al Hombre de Hojalata para formar su propio ejército contra una revolución en la Ciudad Esmeralda.
Con la historia basada en el famoso cuento de L. Frank Baum, hay que preguntarse si a los niños realmente les agradaría que esta película haya sido un musical, con canciones tristes y aburridas.
Los personajes son mayormente mal interpretados, los hay inexpresivos, como Jack el “Cabeza de Calabaza “ y los hay de papel maché, como la vaca o la criatura-vehículo volador hecha de sofás, la cabeza-trofeo de una criatura del bosque de Oz (Gump) y las hojas de palma que funcionan como alas (más un poco de magia).
Las actuaciones son malas casi en su totalidad, pero la de Tip (Channy Mahon, hijo del director Barry Mahon) es una lamentable actuación y le va peor como cantante, pues también tiene que cantar al respecto de lo que sucede en algunas de sus escenas.
Muchos personajes tienen su momento lírico, como la bruja Mombi, Glinda “La Buena“ o el ejército de “chicas-azafatas“ al mando de la General Jinjur, que han tomado Ciudad Esmeralda (una ciudad reducida en tamaño y presupuesto respecto a la ciudad de la -supuesta- primera y épica parte del año 1939).
El vestuario y maquillaje son mediocres, excepto los del espantapájaros y el Hombre de Hojalata, los más “cercanos“ a la joya de Victor Fleming de treinta años atrás.
Los decorados son modestos y básicos, entre deprimentes y minimalistas. Hay algunas escenografías de tipo escolar baratas y que son de papel o madera pintada y hay otras mucho mas acertadas, como partes de las calles de Ciudad Esmeralda o el Camino de baldosas amarillas.
Película infantil pensada para ser proyectada en las sesiones matinales de aquellos años, con Barry Mahon como culpale de este crímen cinematográfico aburrido.
“The Wonderful Land of Oz“ es sólo recomendable para completistas de “El Mago de Oz“ (de Victor Fleming) y que gusten de lo bizarro y lo perturbadoramente malo.
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