Interesante y entretenida intriga de ciencia-ficción dirigida con habilidad por el israelí Avi Nesher, un realizador que podía haber dado bastante más de sí de haber tenido la oportunidad de dirigir proyectos de mayor envergadura.
La trama, con elementos que remiten a los thrillers setenteros de John Frankenheimer (¨El Mensajero del Miedo¨ supone una influencia más que evidente), tiene la fuerza suficiente para atrapar el interés del espectador, y Nesher mueve la acción a un ritmo frenético (consiguiendo así superar las numerosas situaciones poco creíbles que presenta el no muy elaborado guión) y aprovecha con inteligencia el modestísimo presupuesto del que dispone (apenas seis millones de dólares). Por desgracia, a mitad de metraje, los elemetos de thriller paranoico-conspiratorio quedan diluídos ante el excesivo número de violentas escenas de acción que el director filma, eso sí, con notable brío e intensidad (destacando el tiroteo en el cine porno).
El excelente Michael Biehn cumple, como siempre, con gran profesionalidad (es sin duda unos de los actores norteamericanos más infrautilizados de las últimas décadas), aunque no puede decirse lo mismo de Patsy Kensit, quien demuestra (otra vez) que no nació precisamente para actuar, convirtiéndose su presencia en uno de los puntos débiles del film. Destacar como curiosidad la aparición, en sendos papeles secundarios, de dos habituales de la serie Z, Billy Blanks y la hipermorbosa Tracy Scoggins.
En resumen, un film trepidante y entretenido, con un guión mediocre cuyas incoherencias son superadas por la enérgica realización de Nesher. Sin alardes, pero perfectamente recomendable para amantes de la acción y la ciencia-ficción.
hicks
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Interesante y entretenida intriga de ciencia-ficción dirigida con habilidad por el israelí Avi Nesher, un realizador que podía haber dado bastante más de sí de haber tenido la oportunidad de dirigir proyectos de mayor envergadura.
La trama, con elementos que remiten a los thrillers setenteros de John Frankenheimer (¨El Mensajero del Miedo¨ supone una influencia más que evidente), tiene la fuerza suficiente para atrapar el interés del espectador, y Nesher mueve la acción a un ritmo frenético (consiguiendo así superar las numerosas situaciones poco creíbles que presenta el no muy elaborado guión) y aprovecha con inteligencia el modestísimo presupuesto del que dispone (apenas seis millones de dólares). Por desgracia, a mitad de metraje, los elemetos de thriller paranoico-conspiratorio quedan diluídos ante el excesivo número de violentas escenas de acción que el director filma, eso sí, con notable brío e intensidad (destacando el tiroteo en el cine porno).
El excelente Michael Biehn cumple, como siempre, con gran profesionalidad (es sin duda unos de los actores norteamericanos más infrautilizados de las últimas décadas), aunque no puede decirse lo mismo de Patsy Kensit, quien demuestra (otra vez) que no nació precisamente para actuar, convirtiéndose su presencia en uno de los puntos débiles del film. Destacar como curiosidad la aparición, en sendos papeles secundarios, de dos habituales de la serie Z, Billy Blanks y la hipermorbosa Tracy Scoggins.
En resumen, un film trepidante y entretenido, con un guión mediocre cuyas incoherencias son superadas por la enérgica realización de Nesher. Sin alardes, pero perfectamente recomendable para amantes de la acción y la ciencia-ficción.
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