Zeman se pitorrea de la Guerra de los Treinta Años y del chaqueterismo de la gente con esta comedia familiar fantástica de corte antibelicista protagonizada por la eslovaca Emília Vásáryová, hoy día una gran y veterana estrella en Europa del Este.
Zeman combina la comedia absurda, con mucho slapstick tipo dibujo animado y muchos enredos (no faltan ni chistes de ligero tono sexual), con aventuras de capa y espada (a mí me ha recordado a ratos una versión protohistórica de la serie de novelas, manga y anime ¨Slayers¨, pero no creo que pase de una apreciación personal casual, aunque conste que Karel Zeman es un director de culto en tierras niponas). Lo malo es que la trama es simplona y carece de lógica, aunque esto esto era habitual en Zeman y forma parte del juego, más aquí creo que el tío se va bastante de la pinza y a ratos cuesta seguir lo que pasa.
Técnicamente es una maravilla, con muchísimas animaciones y FX al estilo Méliès lo que no es de extrañar viniendo de quien viene. Es un homenaje al artista grabador suizo Matthäus Merian, que presuntamente debía ser coloreado como ¨El Barón fantástico¨ pero se acabó el presupuesto, lo cual hubiera sido aún más espectacular si cabe.
Otro buen y muy meritorio producto de Karel Zeman, pero que no se encuentra a la altura de la ya nombrada ¨El Barón fantástico¨ o de sus adaptaciones de novelas de Julio Verne.
bigladiesman
7
Zeman se pitorrea de la Guerra de los Treinta Años y del chaqueterismo de la gente con esta comedia familiar fantástica de corte antibelicista protagonizada por la eslovaca Emília Vásáryová, hoy día una gran y veterana estrella en Europa del Este.
Zeman combina la comedia absurda, con mucho slapstick tipo dibujo animado y muchos enredos (no faltan ni chistes de ligero tono sexual), con aventuras de capa y espada (a mí me ha recordado a ratos una versión protohistórica de la serie de novelas, manga y anime ¨Slayers¨, pero no creo que pase de una apreciación personal casual, aunque conste que Karel Zeman es un director de culto en tierras niponas). Lo malo es que la trama es simplona y carece de lógica, aunque esto esto era habitual en Zeman y forma parte del juego, más aquí creo que el tío se va bastante de la pinza y a ratos cuesta seguir lo que pasa.
Técnicamente es una maravilla, con muchísimas animaciones y FX al estilo Méliès lo que no es de extrañar viniendo de quien viene. Es un homenaje al artista grabador suizo Matthäus Merian, que presuntamente debía ser coloreado como ¨El Barón fantástico¨ pero se acabó el presupuesto, lo cual hubiera sido aún más espectacular si cabe.
Otro buen y muy meritorio producto de Karel Zeman, pero que no se encuentra a la altura de la ya nombrada ¨El Barón fantástico¨ o de sus adaptaciones de novelas de Julio Verne.
Me gusta (1) Reportar