Proto-slasher realizado off-Hollywood con un estilo y ambientación muy a lo American International de aquellos tiempos, sobre un presunto muerto viviente o cataléptico cabrón llamado Rufus Sinclair que va matando a su parentela (sí, su mujer e hijos primero) según sus peores fobias ya que no han cumplido nada de lo puesto en su testamento.

La verdad es que tampoco son gente muy deseable: el protagonista, Philip (el gran Roy Scheider en su correcto y divertido - pero nada del otro mundo, tampoco - debut cinematográfico), es cínico (suelta cada quedada...), alcohólico y enfermizo; su hermano mayor (un actor de carácter llamado Robert Milli, que parece el hijo bastardo de Robert Culp y Gómez Addams, bastante divertido de ver, también) es otro cínico narcicista, lascivo, ludópata y clasista que encima va de listillo y vacilón; la mamá (Helen Waren) es lela perdida… También destaca la mítica Candace Hilligoss de “El carnaval de las almas” como hija del abogado de la familia y prometida del sobrino y único miembro decente de la familia del malo de Rufus.Todos hablan por los codos. Dicho sea de paso, el asesino recuerda mucho al héroe pulp The Shadow y es tan sádico (y a ratos absolutamente hilarante) como era de esperar.

Dirección y guion de Del Tenney, clásico menor de la serie Z. A la que veáis el primer asesinato, en una cripta, veréis que esto no puede tomarse en serio: el efecto (las caras de la actriz, el correr alrededor de un ataúd dando vueltas como un tío vivo, el maloso moviéndose a ritmo de fondue congelada) resulta cómico. Pero no os aburriréis con esta: la idea de la película era original para su tiempo, se deja ver bastante bien, algún que otro intérprete parece que se crea Norma Desmond en “El crepúsculo de los dioses” con sus aspavientos anticuados, casi paródicos, y las cosas que los personajes que antes he dicho que hablan por los codos pretenden ser tan poéticas que resultan hilarantes. Por cierto, que en la última media hora aparecen unos polis torpones a añadir el humor voluntario, pero no dan ni mucho menos tanta risa como el resto, aunque se acercan.

Técnicamente no está mal salvo por algunos momentos donde el sonido está clarísimamente desincronizado. Sencillita, con algún efecto simplón para dar un sustete (no funciona) y una ambientación tétrica – como he dicho al principio muy en consonancia con las películas de la AIP - en plena Nueva Inglaterra.

No, no es una buena película para nada, pero sí muy pero que muy divertida de ver, con un tono de comedia muchas veces involuntaria que le da valor añadido, y además es un placer ver a dos grandes, uno del cine en general y otra de la serie Z en particular como Roy Scheider y Candace Hilligoss. He dudado en no ponerle nota o darle un aprobado raspado. Creo que es bizarra y no puede ser tomada en serio (por ello es entretenida), pero técnicamente, estando hecha con cuatro duros, es lo suficientemente digna como para ganarse ese 5.

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