No es la peor de zombies que he visto ( y es que dentro de este subgénero he visto cada disparate....) , pero sí que es de las peores. Malísima a rabiar de principio a fin. Y la he visto enterita y del tirón, y enterándome al 100% de la historia o trama, así que sé de sobra de lo que hablo. Los zombies salen a cuentagotas; lo mismo con los rostros cubiertos con corpse paint o simplemente como personas normales como tú o yo. Quizá lo único positivo de este desastre fílmico sea su escenografía: ese bosque completamente nevado.... La historia trata sobre un gas supuestamente mortífero que tienen que ir a buscar un tipo duro, Nick Monroe, y el tío Clarence a los Alpes Bávaros, porque según dice Clarence ese gas podría destruir el mundo. Los zombies son, supuestamente, soldados nazis de la segunda guerra mundial. Y en su tramo final habrá un giro de tuerca respecto a dicho gas, y poco más a añadir sobre la trama. De verdad lo digo, esta peli es un completo desastre. Aburrida a morir....
Bueno, esta la he visto grabada de vhs y sin subtitulos. Seguro que se me ha escapo algo (segurísimo) pero es super mala. Si ya no te cansas en los primeros 10 minutos es un milagro y los zombies no salen hasta bien al final.
Críticas: 3
Miguel Arkangel
4
¡Jaime Gillis en un película de zombis!
Eso es algo, al menos para mí, imperdible. Así que conseguí una copia de este film, escrito y dirigido por Joel M. Reed, responsable de otras delicatessen como G.I. Executioner o Blood Sucking Freaks, y que fue amigo personal de Oliver Stone.
En la Segunda Guerra Mundial, una unidad del ejército de los Estados Unidos desaparece en los Alpes bávaros junto a una unidad de las SS nazis. Treinta años después, la CIA envía a su agente Nick Monroe a investigar unos extraños rumores sobre soldados zombificados, luego de haber sido expuestos al gas ¨Gamma 693¨. Suena interesante: nazis, zombis, conspiraciones, experimentos. Pero en realidad es una mala película, que solo utiliza el tema de los zombis para atraer al público (de hecho los zombis aparecen poco, y son unos tipos con la cara pintada de blanco y ya).
Reed aprovechó las nevadas locaciones alrededor de la casa en Baviera de su amigo, el destacado productor de pornografía de los años 70, Shaun Costello, pero la película es lenta, francamente aburrida y por momentos sin mayor sentido.
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