Curiosa versión cincuentera argentina de Dr Jeckill y mr Hyde, la historia de este doctor creo que todos la sabemos muy bien, existen infinidad de adaptaciones sobre este libro, aunque esta versión tiene lo suyo, es toda una curiosidad ver un filme argentino de esta índole en aquella época, y ver en su esplendor juvenil de Ana Maria Campoy y Jose Cibrian, y Olga Zubarri.
Ideal versión para curiosos del cine de terror argentino de antaño. Al resto, les recomiendo unaadaptacion mas contemporanea.
Premiada versión argentina de ¨El Dr. Jeckyll y Mr.Hyde¨, ambientada ¨en cualquier lugar y época del mundo¨ (como bien especifica la introducción) y escrita (en parte) dirigida e interpretada por Mario Soffici, destacadísimo director argentino de origen italiano que llegó a obtener dos nominaciones en el Festival de Cannes.
Introduce novedades tales como la desaparición de Hyde durante unos años en los que Jeckyll logra dominar su lado maléfico debido al nacimiento y crianza de
un hijo. Ello da a un guión que se enfoca más a la lucha interna entre las dos personalidades, que, digamos ¨compensa¨ la violencia de las otras películas
sobre el tema, dándole a esta un mayor enfoque al terror psicológico y en la lucha de Jeckyll por librarse de su maldición (incluso como Hyde tiene momentos
de arrepentimiento y todo! No digo más, que entraríamos en terreno cenagoso. Spoilers, vaya).
Aprovecha bien su bajo presupuesto: buen maquillaje por parte de Nerón Kesselman, con un Hyde simiesco, cabeza lampiña con cuerpo velludo, ojos desorbitados (la verdad es que me recuerda a Cassios, de los Caballeros de Zodiaco, solo que ese tenia una cresta ochentera) y una fotografía extremadamente tétrica que retrata a la perfección los ambientes pobres de las grandes ciudades. Especialmente expresionistas resultan las escenas en el metro, donde vemos una escena de tranformación al más puro estilo Monster Mash e incluso una persecución. El traslado del mito de Hyde a los 50 funciona bien.
Aunque inferior a las versiones de Barrymore, Mamoulian y Fleming, es una película más que correcta en mi opinión. Otra joyita escondida del cine fantástico latinoamericano.
Críticas: 3
Miguel Arkangel
7
Adapatación libre del clásico de Robert L. Stevenson, a cargo del maestro Mario Soffici, uno de los nombres claves del cine de oro argentino en las décadas del 30 al 50 y director del Instituto Nacional de Cine en los 70s, y que aquí incursiona en el cine fantástico.
En el film colaboraron, en el apartado técnico, algunos de los grandes nombres del cine argentino de la época, Ulyses Petit de Murat escribió el guion, la fotografía estuvo a cargo de Antonio Merayo y Neron Kesselman fue el encargado del maquillaje; el propio Mario Soffici interpretó a Hyde, y en un papel secundario, pero muy reseñable para mi gusto, tenemos a la gran Olga Zubarry como la bailarina/prostituta Lola.
La trama mantiene la idea del dualismo, el drama de la lucha entre el bien y el mal (el hombre y la bestia) y la disputa por el alma del Dr Jeckyll, y aporta cierta referencia al existencialismo, la problemática social y algo de melodrama familiar. Hay varias secuencias memorables, como la escena en que el médico se transforma en el monstruo en un túnel del metro mientras pasa el tren, o la escena inicial de Hyde agrediendo cruelmente a una niña, para una de las películas imprescindibles del cine fantástico latinoamericano.
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