Que el zapatero se encargue de los zapatos, y que el encargado de hacer un thriller convencional no se confunda e intente entregar algo que no rima con el género. Porque esta peli está tomada en serio, muy en serio: música extra diegética que muestra distintos tonos, desde lo conmovedor hasta lo intrigante; planos fijos y cenitales, cuidado de los diálogos...acá hay una búsqueda estética, lo cual es válido, lo que no resulta válido es querer presentar una historia de amor que no cuaja, que deriva hacia el giro argumental convencional, lleno de vueltas de tuerca típicamente estructurales.
La intención es clara: Russell quería otorgarle profundidad a su historia, pasión, sacrificio. Pero lo retorcido difícilmente se disimula, todo lo contrario, va en potencia. No sorprende entonces que la peli termine por pasarse de rosca, que intente mostrar facetas de personajes apenas caracterizados (el prota es un muñeco de cera; la víctima nunca logra transmitir otra cosa que fragilidad y los demás secundarios de pronto asumen papeles clave que no cierran con la verdad a secas: esto era una historia de amor).
Si el amor es sacrificio y bla bla, saquen todo lo demás. Porque si la columna vertebral temática no se condice con el devenir del guión (retorcimiento y giros sorpresivos) entonces no tenemos un drama. Tenemos un thriller malo.
shayagh
7
Que el zapatero se encargue de los zapatos, y que el encargado de hacer un thriller convencional no se confunda e intente entregar algo que no rima con el género. Porque esta peli está tomada en serio, muy en serio: música extra diegética que muestra distintos tonos, desde lo conmovedor hasta lo intrigante; planos fijos y cenitales, cuidado de los diálogos...acá hay una búsqueda estética, lo cual es válido, lo que no resulta válido es querer presentar una historia de amor que no cuaja, que deriva hacia el giro argumental convencional, lleno de vueltas de tuerca típicamente estructurales.
La intención es clara: Russell quería otorgarle profundidad a su historia, pasión, sacrificio. Pero lo retorcido difícilmente se disimula, todo lo contrario, va en potencia. No sorprende entonces que la peli termine por pasarse de rosca, que intente mostrar facetas de personajes apenas caracterizados (el prota es un muñeco de cera; la víctima nunca logra transmitir otra cosa que fragilidad y los demás secundarios de pronto asumen papeles clave que no cierran con la verdad a secas: esto era una historia de amor).
Si el amor es sacrificio y bla bla, saquen todo lo demás. Porque si la columna vertebral temática no se condice con el devenir del guión (retorcimiento y giros sorpresivos) entonces no tenemos un drama. Tenemos un thriller malo.
Me gusta (0) Reportar