Un grupo de investigadores de lo paranormal, entre ellos el profesor Pollenfax (un parapsicólogo y psíquico), trabaja durante seis meses en la misteriosa casa de Wingate Road para investigar la desaparición de Marty Beck. Todo rebalsa de actividad paranormal y van enloqueciéndose de a poco.

Los guiones y diálogos (ridículos) de los Polonia no son su fuerte, son puro delirio, aunque sí son decentes los elementos técnicos, excepto el horrible audio y algo de los efectos visuales, muy baratos.
Nada hay nada aterrador en la historia y la intriga no está bien manejada. Leslie Culton y su impactante y femenina presencia suma puntos a la película.
La frescura de la primera película se pierde en el esfuerzo por sacar provecho con esta secuela. Pero es pésimo que muchas secuencias de la primera parte se reutilizan por completo en ésta segunda entrega.

Una película de serie B, con una trama simplemente aburrida y que obviamente se filmó con un presupuesto de escasos dólares.
Un desperdicio de tiempo si no se es fan de los típicos trabajos estampados con el sello ¨Polonia¨.

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