Ficha Estudio de Terror

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Críticas de Estudio de Terror (6)




bigladiesman

  • 25 Jan 2024

8


Lo que pintaba a un atrevido - y casi blasfemo para el personaje – subproducto próximo al explotation del inefable Herman Cohen se convirtió gracias al buen hacer de Cohen, el director James Hill, y el reparto en una película de culto que introdujo a Sherlock Holmes en el swingin’ London de la época.

Reparto con varios nombres destacados: John Neville (el Barón Münchausen de Terry Gilliam) es un Holmes sarcástico, animoso y buscador de emociones fuertes, el secundario Donald Houston es un Watson que se muestra divertido pero también competente y astuto. Los acompañan nombres como John Fraser (Repulsión), Anthony Quayle, Judi Dench, la scream queen Adrienne Corri, el cómico Robert Morley (como Mycroft), Frank Finlay (primera de un par de apariciones como Lestrade), Cecil Parker o Terry Downes (excampeón mundial de los pesos medios y el mítico Koukol de “El baile de los vampiros”).

Guion sádico de los hermanos Ford, reyes del sexplotation británico, con buenos diálogos, mucha violencia, lenguaje soez para esa época (faltaba poco para que los personajes de las películas empezaran a dejar de hablar como Ned Flanders incluso en las situaciones más violentas) y mucho componente erótico, nada explícito, por eso. Por desgracia, el precipitadísimo final hace que esta película no llegue, por los pelos, a la excelencia. James Hill, que venía de ganar un Oscar y un Oso de Oro por sus cortos, sabe sobreponerse al bajo presupuesto y sacar con éxito esta historia bien escrita pero simplona con los brillantes intérpretes.

También hace mucho la húmeda y opresiva atmósfera de los decorados, representando Whitechapel como el súmmum de la depravación, acompañado de una lúgubre fotografía en Eastmancolor donde los colores fríos contrastan con el carmesí de la sangre de las víctimas del Destripador, muy al estilo Hammer.

Muy entretenida de principio a fin y excelentemente interpretada. no me ha decepcionado en absoluto.



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gines

  • 27 Aug 2022

7


Todo el tema de la Londres Victoriana y la historia de Jack el Destripador me encantan, y si encima juntamos los dos elementos tenemos un coctel interesante, siempre que esté bien hecho y entretenga, como es el caso de la peli que nos ocupa.

Sherlock Holmes y Jack el destripador frente a frente, un personaje ficticio de la literatura frente a uno de los asesinos mas famosos de la historia, aquí, al igual que en la peli de Asesinato por decreto, se le da cara al famoso asesino, aunque es por motivos del guión, ya que es sabido que nunca fue ni capturado ni identificado.

Actuaciones estupendas, buen ritmo que no decae, ambientación del Londres Victoriano muy conseguido, y otros detalles muy logrados.

Muy recomendable, una gran peli.



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ragman

  • 9 Dec 2021

5


Sheerlock holmes vs jack el destripador, un interesante crossover entre la realidad y la literatura, holmes logra llevar muy bien las riendas del filme, no decepciona, aunque no es la mejor pelicula basada en este gran personaje, es disfrutable.
Quizas esperaba un desenlace mas digno, igual se deja ver.
Solo para completistas de los filmes de sherlock holmes y el dr watson



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Gilles De Rais

  • 27 May 2021

7


El sombrío distrito de Whitechapel, cobrando un protagonismo como pocas veces visto anteriormente en cualquier película sobre Jack el destripador. Mira que a mí nunca me ha llamado mínimamente la atención el lince detectivesco Sherlock Holmes, pero es que John Neville lo borda en su papel. Me hizo hasta gracia la habilidad que se gasta el tío y como le quita en un momento dado del film el cuchillo al corpulento dueño de la taberna, je, je, je, ni que Sherlock Holmes hubiese sido en su momento un experto en aikido... El guion de la peli está super currado. La ambientación del Londres victoriano - mejor si decimos el Whitechapel victoriano - es una maravilla. Al igual que su escenografía y algunos decorados que nos muestran. Y es que, cuando ya de por sí la peli es buena y encima en lo que más destaca es en estos tres apartados, pues apaga y vámonos...



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mahotsukai

  • 27 Jul 2017

7


Correcto film basado en el mítico detective creado por Sir Arthur Conan Doyle, dirigido por James Hill (“Born free”, 1966) y protagonizada por John Neville y Donald Houston.

El legendario detective privado inglés Sherlock Holmes, junto a su fiel amigo el Dr. Watson, se enfrentará esta vez al mismísimo Jack el destripador cuando intente resolver una serie de horribles crímenes de prostitutas en el barrio de Whitechapel.

El reconocido productor de serie B Herman Cohen (“I was a teenage werewolf”, 1957) trajo a mediados de los 60s esta correcta adaptación del relato corto “Fog” de Adrian Conan Doyle, hijo del legendario escritor detectivesco, que enfrentaba a uno de los asesinos en serie reales más sanguinarios de la historia, Jack el destripador, y a uno de los detectives ficticios más populares de la literatura mundial, Sherlock Holmes. No deja de ser curioso que el famoso detective británico haya sido creado en la novela “A Study in Scarlet” (1887) y los crímenes del Destripador hayan ocurrido en entre agosto y noviembre de 1888, pero lo cierto es que la premisa de verlos enfrentados siempre fue, a lo menos, fascinante para los fanáticos de la criminología.

Cohen concebiría este nuevo film de Sherlock Holmes desde la perspectiva del exitoso e imperante Britsplotation, tras las recientes adaptaciones de la Hammer con “The Hound of the Baskerville” (1959) y la coproducción entre Alemania, Francia e Italia “Sherlock Holmes un das Halsband des Todes” (1962), ambas dirigidas por el gran Terence Fisher y protagonizadas por los icónicos Peter Cushing y Christopher Lee como Holmes, respectivamente. Por lo tanto, no es de extrañar que la película sea violenta, erótica y visualmente atrapante, además de contener varios elementos que recuerdan los principios cinematográficos del giallo italiano.

Así, el guión de los hermanos Donald y Derek Ford no sólo pondrá frente a frente a Sherlock Holmes y Jack el destripador en un hipotético encuentro, sino que para ello sumergerá efectivamente al espectador en una más que correcta ambientación de la Inglaterra victoriana, que recrea efectivamente el contraste del pasar de las diferentes clases sociales, la miseria y pobreza de los bajos fondos, y la exposición constante al crimen impune por los más desvalidos, entre ellos las prostitutas. Para ello, realizaran una narración cronológica de los crímenes reales de Jack el destripador, respetando en general el orden de los crímenes, los nombres de las víctimas aunque no necesariamente el modus operandis del asesino, que por supuesto no permitiría por la censura de aquellos años exponer la verdadera brutalidad del asesino de Whitechapel.

El film inicia de forma contundente y dinámica con el primer crimen del Destripador, enterrando un cuchillo en la sien de una mujer a la que el guión no indentifica, para pasar inmendiatamente al ahogamiento y acuchillamiento de Mary Ann “Polly” Nichols, en los que Hill demuestra que está aquí para contextualizar sin rodeos los crímenes del villano. El director utilizará la cámara desde la perspectiva del asesino en estas dos escenas, al estilo de los cada vez más populares giallos italianos, de forma de presentar la visión brutal del asesino así como proteger la identidad de este hasta el clímax y/o explicación de Holmes. Conforme avance la trama, en concreto el tercer asesinato de Annie Chapman, no sólo dará cuenta de la completa indefensión de las prostitutas de Whitechapel ante el Destripador, sino que además ahondará en la indiferencia de la típica sociedad hipócrita, que crítica y condena la prostitución pero al mismo tiempo la consume sin tapujos. La escena en la que Annie se ofrece a uno de los cargadores de carne en el terminal matadero sin siquiera cobrarle, ya que éste alega no tener dinero, es bastante decidora y refleja el clima de angustia de la prostituta por siquiera sobrevivir con alguien que pudiera cuidarla.

Mientras se van produciendo los asesinatos, el guión presenta la otra arista narrativa de interés para el espectador, que se relacionará inevitablemente con el asesino. La constante insinuación de que detrás de tales espantosos crímenes está la mano de un hombre educado pero profundamente traumado, va tomando forma, a la hora de que Holmes concentre su atención en una caja de instrumental quirúrgico que llega a su hogar, y que lo llevará a conocer un entuerto que involucra al hijo estudiante de medicina de un notable lord inglés, Michael Osborne; un tosco y aprovechador estafador propietario de un bar de Whitechapel Max Steiner; y una prostituta, Angela que termina casada con el hijo del noble. En líneas generales, el guión logra mantener la identidad del asesino oculta hasta bien entrada la trama, proponiendo al Dr. Murray, un arisco médico del hospicio de Whitechapel, el inescrupuloso Max Steiner; e incluso el otro hijo del noble, Carfax Osborne. Además, hay una referencia explícita a la carta “Dear Boss” escrita hipotéticamente por el asesino a Scotland Yard, una de las dos espeluznantes misivas que habría recibido la policía, en donde se jacta no de poder ser atrapado.

Uno de los grandes méritos del film, como ya insinué, es la lograda ambientación de Whitechapel, desde sus coloridos y alegres bares de cuarta categoría con cantantes y prostitutas, pasando por la pobreza y miseria de los hospicios que intentaban alimentar y proteger a los más desvalidos así como la rudimentaria morgue en que el Dr. Murray realiza las autopsias de los cadáveres que la policía le entrega, hasta las húmedas, gélidas y brumosas calles de Whitechapel, de cuyas sombras cualquier cosa puede saltar y atacar al caminante, desde ladrones de poca monta hasta asesinos brutales como Jack el Destripador, todo en un logrado trabajo conjunto del fotógrafo Desmond Dickinson (“Hamlet”, 1948), que trabaja mucho el azul que desvanece en la luz, con el diseñador de producción Alex Vetchinsky (“Tudor Rose”, 1936).

El protagónico de Sherlock Holmes estuvo a cargo de John Neville (“The Adventures of Baron Munchäusen”, 1988; “The fifth element”, 1997), quien lo encarnaría por primera y única vez en el cine, en este film. Su interpretación es efectiva, recreando un Holmes estirado, arrogante pero carismático, curiosamente muy parecido físicamente al enorme Peter Cushing, quien había interpretado al detective en “The Hound of the Baskervilles” (1959). Neville está acompañado por un simpático pero sólo regular Donald Houston (“A run for your money”, 1949) al que en mi opinión le falta mayor incidencia pero con el que Neville desarrolla cierta química. Más interesante es el regordete y carismático Robert Morley (“Return to Yesterday”, 1940), gran y habitual intérprete del caballero inglés representante del “establishment”, quien encarna a Mycroft Holmes, el inescrupuloso y siempre ocupado hermano de Sherlock.

Completan el reparto John Cairney como Michael Osborne; John Fraser (“Repulsion”, 1965) como Edward Osborne; Frank Finlay (“Othello”, 1965) como el Inspector Lestrade; Anthony Quayle (“Anne of the Thousand Days”, 1969) como el Dr. Murray; una jovensísima Judi Dench (“”Shakespeare in love”, 1997) como la ayudante de Murray, Sally Young; Adrienne Corri (“Dr. Zhivago”, 1965) como Angela Osborne; el alemán Peter Carsten (“La venganza de Fu-Manchu”, 1967) como el inescrupuloso Max Stiener, dueño del bar; y las bellas Barbara Windsor (“Carry On Series”, 1964-1977), Christiane Maybach (“Satan’s brew”, 1966), Kay Walsh (“The horse’s mouth”, 1976), Norma Foster y la húngara Edina Ronay (“Prehistoric Women”, 1967) como las prostitutas víctimas Annie Chapman, Polly Nichols, Catherine Eddowes, Elizabeth Stride y Mary Jane Kelly, respectivamente.

La banda sonora estuvo a cargo de John Scott (“Lionheart”, 1990) e incluye algunas canciones de Georgia Brown, caracterizándose principalmente por violines clásicos y sugerentes al estilo vals.

En resumen, una correcta y digna cruza de thriller policíaco con giallo italiano, que presenta una interesante e hipotética trama con el gran Sherlock Holmes persiguiendo y cazando a uno de los asesinos más temerarios de la historia, Jack el destripador. La evalúo con un 7.5.



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martin eden

  • 10 Feb 2009

7


Magnifica pelicula que mezcla al popular detective con los crimenes de Whitechapel que dieron fama universal a Jack the Ripper, alla por 1888. Hay quien la prefiere a ¨asesinato por decreto¨; yo me alegro de que existan las dos.



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Críticas: 6


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