It: Bienvenidos a Derry alcanza uno de sus puntos más inquietantes en su quinto episodio, donde los personajes se adentran de lleno en el territorio de Pennywise, pero no solo físicamente, sino también emocional y mentalmente. La serie deja de jugar a sugerir y empieza a mostrar las consecuencias reales de enfrentarse a una entidad que no solo se alimenta del miedo, sino que manipula recuerdos, traumas y vínculos personales para romper a sus víctimas desde dentro.
Final explicado del episodio 5 de It: Bienvenidos a Derry
El episodio arranca con una falsa esperanza: Matty reaparece y asegura que Phil podría seguir con vida. Este supuesto regreso empuja a Lilly y a sus amigos a tomar una decisión peligrosa: bajar a las alcantarillas para intentar rescatarlo. Lo que no saben es que todo forma parte de una trampa cuidadosamente construida por Pennywise.
Mientras los chicos se encaminan hacia su posible final, el ejército también se prepara para capturar al monstruo con la idea de utilizarlo como arma. Esta doble narrativa —los niños por un lado y los militares por otro— termina confluyendo en el mismo escenario: las profundidades de Derry, donde Pennywise gobierna sin límites.
Al llegar al corazón de las alcantarillas, la verdad se revela. Matty se transforma ante ellos en la figura del payaso, confirmando que nunca estuvo allí. Todo había sido una ilusión diseñada para atraerlos. Entre restos y cuerpos de antiguas víctimas, queda claro que Phil también está muerto. A diferencia del primer ataque, esta vez los chicos consiguen escapar… por pura suerte.
La caja de Hallorann y su inquietante conexión con Doctor Sleep
Uno de los momentos más perturbadores lo protagoniza Dick Hallorann. Pennywise lo obliga a enfrentarse a un recuerdo traumático de su infancia, relacionado con una misteriosa “caja” que su abuelo amenazaba con abrir.
La serie no muestra qué contiene esa caja, pero todo apunta a que no es algo físico, sino mental: una representación simbólica del poder del “resplandor”. Al igual que Dan Torrance en Doctor Sleep, Hallorann habría aprendido a encerrar entidades oscuras en compartimentos mentales para mantenerlas a raya.
El problema es que Pennywise consigue forzarlo a abrir esa caja, liberando todo lo que llevaba años contenido. No solo fortalece al monstruo, sino que desata otras presencias que ahora vagan libremente por Derry.
El fantasma de Pauly y la ruptura entre vivos y muertos
Tras la muerte de Pauly, Hallorann contempla su espíritu con los ojos completamente blancos, una imagen que confirma algo aún más grave: la barrera entre el mundo de los vivos y los muertos ha sido quebrada.
Hallorann comprende entonces que la apertura de la caja ha generado una grieta espiritual que Pennywise está aprovechando. Las almas que nunca debieron regresar ahora están sueltas… y Derry se convierte en un terreno aún más corrupto.
Pennywise, Matty y la manipulación emocional de Lilly
El método del monstruo se repite: utiliza la imagen de Matty para tocar el punto más sensible de Lilly. No se trata solo de miedo, sino de culpa, amor y esperanza. Pennywise entiende que el dolor emocional debilita mucho más que el terror directo.
Cuando Matty se convierte en Pennywise ante ellos, queda claro que el payaso no solo caza cuerpos, sino también vínculos afectivos.
El fragmento estelar que salva a Lilly
Otro elemento clave es el fragmento de la estrella caída, el único material capaz de repeler a Pennywise. Taniel lo pierde accidentalmente durante su huida, pero ese error termina salvando a Lilly, que lo encuentra justo cuando el monstruo está a punto de atacarla. La reacción del payaso confirma su único punto débil.
Ese fragmento queda ahora en manos de Lilly, convirtiéndola no solo en superviviente, sino en posible clave para enfrentarse a él en el futuro.
El disparo de Leroy y la tragedia inevitable
Leroy, incapaz de sentir miedo, es usado por el ejército como arma contra Pennywise. Pero incluso él sucumbe a la manipulación cuando confunde la visión de su hijo con una ilusión del monstruo. En ese momento dispara… y quien recibe la bala es Pauly.
Un gesto que lo deja marcado para siempre y que demuestra que nadie está completamente a salvo del engaño del payaso.
El Pennywise ‘Tío Sam’ y la crítica al miedo a la autoridad
En una escena impactante, Pennywise adopta la forma del clásico Tío Sam de los carteles de reclutamiento. No es casual: juega con el miedo de los soldados a fallar, a desobedecer, a no estar a la altura.
El monstruo se adapta a cada víctima, convirtiendo sus valores y responsabilidades en armas contra ellos mismos. Y lo consigue.
Un final abierto y perturbador
El episodio termina con una sensación inquietante: Pennywise ha sido momentáneamente contenido, pero su influencia se ha expandido más allá de su propia jaula. Los muertos caminan, los traumas resurgen y las defensas mentales han sido quebradas.
Nada ha terminado.
Más bien, todo acaba de comenzar.
La serie deja flotando una pregunta inquietante: si Hallorann ha liberado involuntariamente fuerzas que llevaba años encerrando… ¿qué más ha despertado en Derry?
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