“Breaking Bad” (2008) es una de las series más icónicas de la televisión, creada por Vince Gilligan y protagonizada por Bryan Cranston en el papel de Walter White, un profesor de química convertido en narcotraficante. Lo que comienza como un intento desesperado por dejar dinero a su familia tras un diagnóstico de cáncer termina convirtiéndose en una espiral de ambición, poder y muerte. A lo largo de cinco temporadas, vemos la transformación de Walt en el despiadado Heisenberg, su conflicto con Jesse Pinkman (Aaron Paul), y su guerra contra la DEA y los cárteles de la droga.
La serie culmina con un final explosivo donde Walt regresa a Albuquerque para ajustar cuentas y poner fin a su historia, en un desenlace que cierra su camino de la única forma posible: con sangre y destrucción.
Final explicado de "Breaking Bad": ¿Qué pasa con Walter White?
El episodio final, Felina, muestra a Walt en su última misión. Después de meses escondido en una cabaña en New Hampshire, regresa a Albuquerque con dos objetivos: asegurarse de que su hijo reciba el dinero que ganó y vengarse de quienes lo traicionaron.
Primero, visita a sus exsocios de Gray Matter, Gretchen y Elliott, y les obliga a transferir su dinero a Walt Jr. bajo la apariencia de una donación filantrópica. Luego, se infiltra en el cuartel del grupo neonazi que mantiene a Jesse prisionero y, usando una metralleta automatizada escondida en el maletero de su coche, acaba con la mayoría de los mafiosos en segundos. Jesse aprovecha el caos para estrangular a Todd, y Walt remata a Jack antes de que este pueda negociar su vida a cambio de dinero.
Tras ofrecerle la oportunidad de matarlo, Jesse se niega y huye, dejando a Walt malherido. Consciente de que su tiempo se acaba, Walt se despide de su amada metanfetamina en el laboratorio antes de desplomarse, mientras suena Baby Blue de Badfinger. La policía llega, pero ya es tarde: Walt ha muerto.
¿Qué pasa con Jesse Pinkman?
Jesse es, sin duda, el personaje más golpeado por la historia. En el último episodio, lo vemos prisionero de los neonazis, forzado a cocinar metanfetamina contra su voluntad. Su escape es brutal: tras asesinar a Todd, huye en un coche con una risa nerviosa, completamente libre por primera vez en mucho tiempo.
Su destino después de Breaking Bad se explora en la película El Camino, donde se muestra su lucha por escapar de su pasado y empezar una nueva vida.
¿Por qué Walt deja dinero a su hijo a través de los Schwartz?
Sabía que si intentaba dárselo directamente, su familia lo rechazaría. Por eso, finge que sus exsocios de Gray Matter están haciendo una donación a Flynn. Para asegurarse de que cumplan con su promesa, contrata a Badger y Skinny Pete para que los apunten con punteros láser, haciéndoles creer que son francotiradores.
De esta manera, se asegura de que su hijo tenga un futuro sin manchar su nombre.
El destino de Skyler y el legado de Heisenberg
Walt también se despide de Skyler y le da las coordenadas del lugar donde están enterrados Hank y Steve Gomez. Le aconseja que use esa información para negociar con la DEA. En un acto de sinceridad inusual, admite que no hizo todo por su familia, sino porque le encantaba el poder y el control.
Este momento marca el cierre de su arco: por primera vez, Walt deja de justificarse y acepta en lo que se ha convertido.
Conclusión de "Breaking Bad"
El final de Breaking Bad es el desenlace perfecto para la historia de Walter White. Enfrenta las consecuencias de sus acciones, se despide de su familia de la única forma que puede, y muere en el laboratorio, el lugar donde realmente fue feliz. No busca redención, pero sí un cierre a su manera.
Con su muerte, termina el reinado de Heisenberg, pero su legado persiste, tanto en su familia como en Jesse, quien logra escapar de su sombra. Breaking Bad no solo ofrece una conclusión satisfactoria, sino que deja una huella imborrable en la historia de la televisión.
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