La película propone una historia de metacine y posesiones: Crowe interpreta a Anthony Miller, un actor en horas bajas que comienza a comportarse de forma inquietante durante el rodaje de una película de terror. Su hija, interpretada por Ryan Simpkins, empieza a sospechar que no todo puede explicarse por recaídas personales… y que quizá haya algo más oscuro actuando entre bambalinas.
Un fracaso comercial que no pasó desapercibido
A pesar de contar con un reparto sólido —que incluye a Sam Worthington, Chloe Bailey, Adam Goldberg y David Hyde Pierce—, la película no logró conectar con el gran público en salas. Su recaudación mundial se quedó en 12,6 millones de dólares, muy por debajo de su presupuesto estimado de 22 millones.
Un rendimiento claramente insuficiente que la situó entre los títulos de terror más discretos de su año, pese a la presencia de una estrella como Crowe y a una propuesta que aspiraba a recuperar el terror clásico desde un enfoque contemporáneo.
Carlos Teorético
#1
La vi y me quedé dormido. Dudo de si darle una segunda oportunidad.
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