"La Primera Profecía" se embarca en un viaje retrospectivo a los oscuros orígenes de Damien, el Anticristo, en una era saturada de precuelas y secuelas que buscan revivir franquicias icónicas. Aunque la película prometía ofrecer una nueva perspectiva sobre este legado de terror, termina atrapada en las sombras de su predecesora.

Dirigida por Arkasha Stevenson, esta entrega nos traslada a la Roma de 1971, donde Margaret, interpretada magistralmente por Nell Tiger Free, inicia su camino de servicio religioso con esperanzas y sueños que pronto se ven corrompidos por la revelación de una trama siniestra. La película intenta tejer una conexión con el clásico de 1976 a través de personajes conocidos y nuevas incorporaciones, pero la frescura de su propuesta se diluye en una narrativa predecible y a veces tediosa, que no logra capturar ni renovar el espíritu aterrador del original.



Lo destacable de "La Primera Profecía" reside en su estética y atmósfera. Stevenson demuestra un talento innegable para crear momentos visualmente impactantes y una tensión palpable que, por momentos, consigue atrapar al espectador en su oscura telaraña. Sin embargo, el guion no acompaña estos logros técnicos, cayendo en clichés y dejando a los personajes humanos en un segundo plano, meras sombras frente a la inmensidad de la amenaza sobrenatural.

La película intenta explorar temas complejos como el fanatismo religioso y la lucha interna entre el bien y el mal, pero estos se abordan de manera superficial, sin la profundidad necesaria para generar una reflexión significativa en la audiencia. Además, el desarrollo de Margaret como protagonista carece de la profundidad y evolución que la harían resonar con el público, limitando su impacto emocional.



A pesar de sus esfuerzos, la película termina siendo una adición decente pero no memorable de la franquicia. Aunque cuenta con momentos de terror efectivos y un diseño de producción que recrea con fidelidad la época en que se ambienta, no consigue liberarse de las comparaciones con su antecesora, ni tampoco innovar dentro del género.

En conclusión, "La Primera Profecía" es una experiencia que, si bien puede entretener a los fanáticos del terror y a quienes buscan sustos y tensión, no logra elevarse como una pieza fundamental dentro de la franquicia de "La Profecía". Nos deja con la esperanza de que futuros proyectos puedan ofrecer una mirada más audaz y renovadora a este universo plagado de oscuridad y maldad.