Japón,
24 de Mayo de 1923 Falleció: 13 de Febrero de 2017 93 años Un poco de su vida:
Hijo de un comerciante de kimonos, Seitaro Suzuki nace en Tokyo en 1.923 pero su familia debe mudarse por el gran terremoto de Kanto sucedido unos meses después.
Fracasa como estudiante y acaba reclutado en el ejército al llegar la 2.ª Guerra Mundial.
Tras participar en varias contiendas regresará a casa para cursar estudios en la Universidad de Economías, sin embargo no consigue...
+ terminar y prueba por recomendación en el mundo de las artes; su carrera se iniciará como asistente en Shochiku. Poco después se traslada a Nikkatsu gracias a Keisuke Kinoshita y el director Katsumi Nishikawa.
Comienza sin saberlo un contrato que durará casi más de una década, y que se hallará sujeto a las exigencias del presidente Kyusaku Hori, muy pendiente en vender películas de entretenimiento a la taquilla o de carácter revolucionario. El joven director, que se cambiará su nombre por el de Seijun, realiza "Ocho Horas de Terror", con la que ya es capaz de ofrecer una gran obra de cine negro, género donde mejor pondrá a prueba sus habilidades...
Pero absolutamente todos sus proyectos son encargos con presupuestos limitados y actores de clase "B"; durante los comienzos de los '60 sus obras se dividen en dos categorías: los dramas protagonizados por jóvenes ("Todo sale Mal", "The Boy who Came Back" o "Teenage Yakuza") y los films de criminales a la manera americana y europea y de esencia clásica (destacando buenos títulos como "Apunten al Camión de Policía", "The Sleeping Beast Within" o "Smashing the "0-Line" ").
Mientras tanto soporta como puede los irregulares e insustanciales "recados" de la productora, en especial los que son para dar a conocer a jóvenes estrellas (Tamio Kawaji, Koji Wada...). De repente en 1.963 se producen dos milagros: su primera colaboración con Jo Shishido en calidad de protagonista y su encuentro con el genio director artístico Takeo Kimura.
Con el primero firma "La Juventud de la Bestia" con mayor presupuesto y libertad creativa, lo que le ayuda a romper esquemas definitivamente en el "thriller" de serie "B" nipón y hallar ese punto de inflexión en su filmografía que tanto estaba buscando; con el segundo trabaja en la tragicomedia biográfica "The Bastard" y ve en él a un alma gemela con la que adoptar un enfoque visual más arriesgado para compensar la falta de originalidad de las películas que le asignan.
No obstante esta inclinación por la experimentación provoca dolores de cabeza a Hori y los demás ejecutivos, quienes consideran que lo que hace no atrae al público y carece de sentido. Pese a todo Suzuki se revela; sus historias melodramáticas de criminales romantizados se transforman en experiencias visuales catárticas y desafiantes en cuanto al uso de planos, colores, encuadres, música, diseño artístico y montaje.
"La Puerta de la Carne" o "Tattoed Life" son buenos ejemplos, pero en este sentido "Tokyo Drifter" se alza como el epítome de su estilo innovador y descarado, convirtiéndose quizás en su película más famosa internacionalmente; sin embargo es "Historia de una Prostituta", situada en la 2.ª Guerra Sino-Japonesa, su obra maestra por excelencia, amén de la más cara y ambiciosa.
Como "Tokyo Drifter" no sentó bien a Hori, quien veía en él un descontrol creativo peligroso, "Fighting Elegy" fue el proyecto "de castigo" que le asignó, y, tras completarlo a su modo, otro cayó en sus manos, pero esta vez siéndole entregado un presupuesto menor. Al ser rechazado el primer borrador, Suzuki acordó desarrollar esta obra junto al grupo Goryu Hachiro, formado por ocho colegas guionistas...
Y pese a las restricciones que la productora le había impuesto, aquél, en una valiente muestra de integridad artística, organiza como le viene en gana el cúmulo de ideas que se han arrojado sobre el libreto, naciendo así "Marcado para Matar", quintaesencia de la absurda concepción sobre el cine negro que Nikkatsu llevaba ofreciendo desde hace casi una década al público. Claro está, ninguna de sus virtudes pudieron satisfacer a Hori, pese a la buena respuesta que obtuvo de los críticos y el joven público compuesto por estudiantes.
Tan decepcionado y furioso quedó aquél que acabó despidiendo al pobre Suzuki. Se desataría entonces una tormenta sin precedentes donde tomaron parte esos mismos estudiantes, colegas del estudio y otros directores; incluso el veterano Heinosuke Gosho, presidente entonces de la Directors Guild of Japan, salió en su defensa. El cineasta fue presa del escándalo al anteponerse a Nikkatsu y demandarles una cifra millonaria en un pleito arduo y realmente complicado, algo que ningún director (nipón) había hecho hasta entonces.
Ésto, pese a salir victorioso, le marcaría de forma cruel, quedando exiliado de la industria del cine durante toda una década, si bien se acomodó en la televisión como director y actor. Mucho más tarde regresa de manera independiente y deja volar por completo su imaginación en obras inclasificables como "Kagero-za", "Yumeji" o la más moderna "Pistol Opera" (reinterpretación de "Marcado para Matar").
Muere en 2.017 pero deja un rico legado del que han bebido infinidad de cineastas (de Takashi Ishii, Sion Sono o Takashi Miike a John Woo, Robert Rodríguez, Jim Jarmusch, Wong Kar-Wai y por supuesto Quentin Tarantino).
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