Trudi es la única que sabe que su marido Rudi está gravemente enfermo de cáncer. Siguiendo el consejo de su médico, deciden hacer un último viaje juntos.
Trudi convence a su marido y van a visitar a sus hijos y nietos en Berlín. Sin embargo, éstos están demasiados inmersos en sus propias vidas para ocuparse de ellos.
Tras ir al teatro a ver un espectáculo de danza Butoh, Trudi y Rudi deciden marcharse y pasar unos días en un hotel en la costa del mar Báltico.
Sinopsis:
Trudi es la única que sabe que su marido Rudi está gravemente enfermo de cáncer. Siguiendo el consejo de su médico, deciden hacer un último viaje juntos.
Trudi convence a su marido y van a visitar a sus hijos y nietos en Berlín. Sin embargo, éstos están demasiados inmersos en sus propias vidas para ocuparse de ellos.
Tras ir al teatro a ver un espectáculo de danza Butoh, Trudi y Rudi deciden marcharse y pasar unos días en un hotel en la costa del mar Báltico.
A perdido un poco de magia respecto a la última vez que la vi pero sigue siendo una auténtica maravilla, esta cinta alemana, cuenta el amor en la ancianidad, el egoismo de los hijos y la pérdida del amor de tu vida y el recuerdo y pensamiento perpetuo hacia ella hasta el fin de tus días. No como ahora, que se muere un cónyuge y al de cinco meses ya se está con otra persona porque vivir la vida aferrándose al recuerdo está visto como una tontería... (seguir leyendo)
Gracias por todo lo que hiciste por mi padre. - Yo no hice nada. Tu padre está feliz ahora. - ¿Lo crees? - Sí.
Flores del cerezo. El símbolo de la fugacidad. Nacen una noche, viven unos días y se van. No puedes conservarlas.
Ahora somos dos rollos de col.
Siempre quise ir a Japón con él. Ver el Monte Fuji y las flores del cerezo. No me imagino viendo algo sin mi esposo. Sería como no ver nada. ¿Cómo podría vivir sin él?
No es posible hacer nada por los muertos.
¡Extraño tanto a mamá! Después de huir lejos para no depender tanto de ella. Y ¿a dónde fui? Al lugar que ella siempre quiso ir
¡Alto! Es un crimen. Demasiada crueldad. La mosca de mayo vive un día. Un sólo día de dolor. Un sólo día de pasión. - Que vuele hasta el final. Su paraíso es eterno. Sólo un día para remediar. ¿Cierto?
¿Y si no vemos al hombre? - ¿Hombre? ¿El Fuji es un hombre? - Sí, el señor montaña es muy tímido. Con muchas nubes. No le gusta que lo veamos. Tímido, tímido, tímido.
Una manzana al día, evita una cirugía.
Vive cada día como si fuera el último. ¡Tonterías! ¿Qué puedes hacer? Haría lo mismo. A trabajar y a casa, contigo. - Lo sé
El Butoh es la danza de las sombras. No la mía, la de mi sombra.
Querido Karl, aquí está la segunda estrofa. Deja que vuele. Hasta encontrar la muerte. Su paraíso es eterno.
Parnaso
A perdido un poco de magia respecto a la última vez que la vi pero sigue siendo una auténtica maravilla, esta cinta alemana, cuenta el amor en la ancianidad, el egoismo de los hijos y la pérdida del amor de tu vida y el recuerdo y pensamiento perpetuo hacia ella hasta el fin de tus días. No como ahora, que se muere un cónyuge y al de cinco meses ya se está con otra persona porque vivir la vida aferrándose al recuerdo está visto como una tontería... (seguir leyendo)