Sexo en Nueva York (2008)

Vamos a acabar y ya. Nos tenemos que levantar en 4 horas y media. — No tenemos sexo. ¿Y quieres acabar ya?

Charlotte trae budín en su Prada.
 

Típico de un bajito, revela todo al principio.
 

Yo sé que es tradicional en la cena del ensayo, que la dama de honor revele cosas embarazosas de la novia. Pero en nuestro grupo nunca revelamos cosas.

Año tras año, mujeres de veintitantos años vienen a Nueva York en busca de las dos M: moda y matrimonio.

Vete a casa y duérmete. Pero antes dame un beso de buenas noches. Y que sea uno bueno. Porque es mi último beso de soltera.

Boda antes del contratista.
 

Cuando Big pinta, rara vez pinta sólo dentro de las rayas.
 

Carrie: vi tu foto para Vogue. Este vestido te pertenece. Vivienne Westwood.

Mientras Samantha ponía lo mejor de los 80, yo me puse lo peor
 

En cuanto a mí, yo estaba buscando algo grande. A Mr. Big.
 

Hemos tenido nuestras dudas sobre este hermoso hombre. Pero después de una cuidadosa observación de cien años, ya no tengo ninguna duda. Así que brindemos por el novio, un hombre al que Carrie por fin se llevó

Les tomó tres días, a cuatro amigas, poner 20 años en 38 cajas.
 

Y, así de fácil, Charlotte se hizo Pougkeepsie en los pantalones.
 

Te amo, pero me amo más a mí.
 

No se pudo bajar del auto. Después de 10 años y todo lo que me ha hecho, no pudo hacer el esfuerzo de bajarse del auto. Yo hice el esfuerzo. Me puse un pájaro en la cabeza.

Mis pensamientos están contigo, mi inmortal amada. Sólo contigo puedo vivir plenamente o dejar de vivir. Calma, mi vida, mi todo. Sólo considerando con calma nuestra existencia, podemos lograr nuestro fin de vivir juntos. Sigue amándome. Nunca juzgues injustamente el leal corazón de tu amado. Siempre tuyo. Siempre mío. Siempre nuestro.

Miranda era una discípula del amor puro.
 

Y aunque el tiempo nos ha movido, yo seguía estando exactamente donde estaba. Enamorada.

Hola. Yo vivo aquí.
 

Necesito salir de mi mexicoma.
 

El es un mal hombre. Siempre lo fue. Los hombres malos hacen cosas malas. — Y los buenos también. Los buenos te joden y los malos te joden. — Y los demás no saben joderte. Lo digo por experiencia.

¡No voy a llorar! No desperdiciaré mis lágrimas en ti. ¡Maldigo el día en que naciste!.

Gracias por ser tú.
 

Chica, júntate conmigo, yo te conecto.
 

¿No puedes dejar de preocuparte y sentir lo que quiero que sientas: envidia?. Envidia de que viva en un penthouse glorioso en Manhattan.

Encontrar el departamento perfecto en Nueva York, es como encontrar a la pareja ideal. Puedes tardar años.

o no me doy abasto para pintar. Yo podría pintar todo el día. Si pudiera, usaría todos los colores de mi caja.

La soltera de las solteras Carrie Bradshaw, se casará en Manolos con el financiero Neoyorquino John James Preston en el otoño, probando a todas las solteras, que puede haber un final feliz después de los 40.

Después de todo lo que sé, después de 20 años de todo lo que aprendimos, tiré todo a la basura por poner su nombre en la suite matrimonial. No me reconozco.

Gracias a Dios por el mariachi, ¡no puedo oír mis pensamientos!
 

Era una chica lista, hasta que se enamoró.
 

Amor. Antes escribía sobre hallarlo, ahora sobre qué pasa al encontrarlo.

¿De verdad? ¿Nos vamos a casar? — Nos vamos a casar. ¿Te compro un diamante? — No, no. Sólo cómprame un armario grande.

Ustedes están locos al casarse. El matrimonio lo arruina todo.
 

Charlotte buscaba el amor perfecto.
 

¿Volveré a reírme de nuevo?.
 

Ya que andamos por ese camino, yo no puedo creer que mi vida gire en torno a un hombre. ¿En qué planeta permití que sucediera eso? — Pero lo amas. — ¿Eso implica decir su nombre 50 veces más al día que el mío? ¿Y preocuparme más por sus necesidades que por las mías? ¿Eso es amor? ¿Poner al otro primero? — No, eso es el matrimonio.

¿No soy algo grande para que me presentes como tu novio? — Entendido. De ahora en adelante. Serás mi amigo especial. — Eso suena como a un perro. — Al que le quede el saco...

Estaba tan preocupada con la boda que olvidé devolver los libros. Y ahora Cumbres borrascosas e Historia de amor me iban a costar más caros que unas lágrimas.

Me morí y me fui al paraíso de los bienes raíces.
 

El amor de Samantha, era el sexo.
 

No hay momento como el presente.
 

Así de fácil, Vivienne Westwood derrotó a mi trajecito lindo.
 

Es mi segunda cosa favorita que he encontrado ahí dentro.